Las viviendas de uso turístico también tensionan el mercado en el Camino
01 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Reconocía hace un par de semanas el alcalde de Arzúa, en estas mismas páginas, que el mercado residencial en la localidad también está —en su medida— tensionado. «Hai moita vivenda turística e non para xente que queira trasladarse a vivir aquí», afirmaba Xoán Xesús Carril (BNG), al hilo de anunciar como uno de los grandes retos de este mandato sentar las bases para la construcción de vivienda social. Prioridades de gobierno a un lado, el regidor arzuano no escondía su preocupación por el auge sin control de las viviendas de uso turístico, una realidad que eclosionó en las grandes ciudades y en los municipios con el turismo de sol y de playa, y de la que empieza a hablarse ahora en aquellos que hicieron lo propio al abrigo del Camino de Santiago.
El de Arzúa, al igual que el de Melide, es uno de ellos. Aunque, de momento, solo los gobernantes del primero se pronuncian públicamente sobre un problema que ya pasa factura a los vecinos: alquilar un piso, si es que se encuentra, ya cuesta 500 euros al mes. «Non temos adiantado nada a día de hoxe, pero penso que algo hai que facer», responde Xoán Xesús Carril, cuando se le pregunta cuál es la postura de su equipo acerca de la proliferación de las viviendas de uso turístico. Para Carril, la senda por la que transita en la capital gallega su compañera de partido, la alcaldesa Goretti Sanmartín, «pode ser un camiño a seguir», afirma el regidor nacionalista de Arzúa, partidario de avanzar en la regularización de las VUT, a través de normativa municipal para que la proliferación de este tipo de alojamientos turísticos no lastre finalmente la oportunidad de crecimiento poblacional que, a juicio del regidor de Arzúa, ofrece la autovía A-54.
La modificación del PXOM, el pasado mandato, para regular urbanísticamente la implantación de las VUT fue el primer paso para avanzar en su control en Santiago, donde el gobierno actual impulsó la aprobación de una ordenanza para regular las de uso temporal —con actividad turística 60 días al año—, y exige, en todo caso, permiso municipal para su apertura y funcionamiento. Esa última medida —respaldada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia— reduce considerablemente el número de VUT inscritas en el Rexistro de Aloxamentos Turísticos (REAT) de la Xunta, según el que operan más de un centenar en Arzúa. Su alcalde también es partidario de seguir los pasos de Santiago, estableciendo una tasa turística «mínima» para compensar los sobrecostes que, en temporada alta en el Camino, asume el Concello en el pago de servicios básicos.
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En Arzúa
En 2017, según el registro de la Xunta, sumaban 3. El auge es más pronunciado al ser final de etapa de dos rutas jacobeas.
63
En Melide
Las viviendas de uso turístico también son mayoría. Hay 3 hoteles, 16 pensiones, 12 albergues —solo uno de ellos es público— y 6 casas rurales.