A Taberna do Portugués, 110 años de historia heredada por cuatro Manueles en Boqueixón

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

BOQUEIXÓN

Manuel Matos hijo y sus padres (Victoria y Manuel), en la Taberna do Portugués de Boqueixón. Aunque ahora viven en O Eixo (Santiago), antes el piso superior era la vivienda familiar. Hoy el establecimiento situado junto al campo de fiestas de San Benito de Rodiño cuenta con dos terrazas y un par de comedores y cuatro teles para disfrute de los amantes del fútbol.
Manuel Matos hijo y sus padres (Victoria y Manuel), en la Taberna do Portugués de Boqueixón. Aunque ahora viven en O Eixo (Santiago), antes el piso superior era la vivienda familiar. Hoy el establecimiento situado junto al campo de fiestas de San Benito de Rodiño cuenta con dos terrazas y un par de comedores y cuatro teles para disfrute de los amantes del fútbol. SANDRA ALONSO

Por este popular establecimiento pasaron desde los parroquianos del lugar hasta presidentes de la Xunta y aristócratas

02 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Las paredes de la Taberna do Portugués rezuman historia. Hablan de una saga familiar dedicada a la hostelería. Cuatro generaciones de Manueles han pasado por allí. Y sus muros fueron testigo también de todo tipo de anécdotas, foliadas, celebraciones, pérdidas, confesiones... todo ello, regado por un buen Ribeiro en cunca, la de toda la vida.

Todo comenzó con un portugués —de Leiría—, Manuel Matos, que se casó con una vecina de Gastrar, en Boqueixón, Matilde López. «Chegou, como moitos homes do país veciño, para traballar cortado leña no monte. Fixo coa muller unha casiña de madeira ao lado da capela de San Benito e en 1915 mudaron ao lugar de Rodiño e montaron a taberna na planta baixa da vivenda, na que criaron a sete fillos», relata su nieto, el tercer Manuel Matos de este cuento, quien compartió responsabilidades con su hermano pequeño Luis (fallecido en 2004) y se jubiló el mes pasado por un problema de salud. Dejó ahora en manos de su hijo pequeño y su mujer un negocio familiar que en agosto cumplirá su 110 aniversario.

Manuel Matos, O Portugués, y su mujer Matilde López, fundadores de la Taberna do Portugués de Boqueixón.
Manuel Matos, O Portugués, y su mujer Matilde López, fundadores de la Taberna do Portugués de Boqueixón.

Algunos aún recuerdan el piso de tierra, que se cambió por losa firme en el 86, del aire frío entrando por las viejas puertas y aquellas mesas de tres patas renqueantes. Algo especial tiene ese sitio porque cuando estaban reformándolo y ampliando la cocina abajo la gente se colaba desde el comedor superior por un pasillo «porque querían vir para aquí», dice Manuel padre, quien vio pasar por su humilde establecimiento de Sergude —al pie de la carretera que conduce a la casa consistorial— desde al parroquiano del lugar hasta presidentes de la Xunta y aristócratas como Álvaro de Marichalar. «Viñeron moitas xeracións de médicos xunto cos seus aprendices e din que lles facían tomar obrigatoriamente aquí un viño», añade. La familia sigue yendo hasta Leiro y Beade (Ourense) para traer el Ribeiro que tanta fama les ha dado, directamente «das bodegas dos paisanos».

La madre del restaurador recién jubilado, Elena Franqueiro, empezó a poner en valor también la cocina para los grupos y pandillas con sus tortillas, chorizos al vino o filloas por carnaval. Y cogió el testigo su nuera, Victoria Aldrey, quien con la ayuda de otras dos empleadas, elabora hoy una escueta carta de raciones de la cocina tradicional. «Ten fama o seu polbo, as tortillas e o chourizo ao viño. Fan, ademais, churros e biscoito caseiro para acompañar ao café arábica que servimos. E,ao mediodía e pola noite, poñemos unhas tapas de embutido que cortamos aquí mesmo», indica Manuel hijo, señalando a la máquina que tienen junto a entre antigua lareira y los pipos de vino.

SANDRA ALONSO

Él empezó la carrera de Arquitectura, cuenta, «pero non era o meu e abandonei. Metinme logo no ciclo superior de Hostalería, no CIFP Compostela, e acabei nunha profesión que levo mamando dende neno. Dábame rabia non seguir cun negocio familiar centenario [tal y como se destaca en los toldos y en una placa lateral] e eu trato de respectar a tradición dos taberneiros, do viño en cunca e todo o que o rodea, porque é algo que estase perdendo».