Santa Minia reunió a multitud de fieles que hicieron largas colas para cumplir el ritual
BRIÓN
Se mantienen cerradas dos terceras partes de la carballeira, pendiente de diagnóstico frente a una plaga que afecta a los árboles
28 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Santa Minia volvió a obrar el milagro, y su templo se quedó pequeño para acoger a los miles de fieles que cumplieron con todos los rituales del día grande de la santa. Desde primera hora de la mañana, los autobuses llegados desde todos los puntos de la geografía gallega fueron acercándose a la iglesia para que los visitantes, pacientemente, esperaran su turno para acceder al templo y llegar hasta la urna de la santa. Los que acudieron en coches particulares lo tuvieron más complicado, porque los aparcamientos se llenaron más rápido que otros años. Al mediodía, los conductores daban vueltas para finalmente dejar sus coches casi al borde de la autovía y recorrer a pie la distancia hasta la carballeira.
Debido a los problemas detectados en varios árboles de la singular carballeira de santa Minia, el Concello mantuvo cerrados dos tercios de este recinto, donde aún siguen en pie varios carballos centenarios. La zona vetada al público corresponde a la que está pendiente de diagnóstico, y solo fue posible pasear tranquilamente por un tercio de la carballeira donde se realizaron nuevas plantaciones de robles.
Venta de exvotos
Junto a la puerta de la iglesia, los fieles pudieron comprar las velas y los exvotos de cera con formas de diversas partes del cuerpo humano o exvotos con formas de animal, que en los últimos años comienzan a ser cada vez más habituales. El objeto de estos elementos de cera no es otro que pedirle a la santa su mediación para lograr la curación de la parte del cuerpo enfermo o implorar protección y sanación para las mascotas. Los exvotos se dejan en el templo, y las velas encendidas, desde hace unos cuatro años, se depositan en un espacio al aire libre junto a la casa rectoral para cumplir con el protocolo de seguridad, que impide dejarlas en el interior del templo para prevenir un incendio en un espacio que tiene numerosos elementos de madera. En el recinto de la rectoral también se ofician misas durante todo el día, dado que las dimensiones de la iglesia es escasa para el gran número de seguidores de la santa de Brión.
Los romeros tuvieron que aguardar pacientemente su turno para entrar en el santuario, donde los fieles cumplen con el ritual de besar el sepulcro donde se guardan los restos de santa Minia, agradecer la protección recibida durante el año y pedir nuevos deseos para el siguiente. Algunos estuvieron hasta media hora en la fila de la iglesia.
Tras cumplir con santa Minia, los visitantes pudieron degustar la típica comida de romería, a base de pulpo, churrasco y carne ó caldeiro, en las carpas que fueron acondicionadas el campo de la fiesta.