El fuego se ceba con Toques y Melide: «Isto xa o vivín hai anos e vai pasar de novo»
MELIDE

Vecinos y equipos de extinción trabajaron noche y día para que no llegase a las casas un fuego que la Xunta considera estabilizado y en el que ha desactivado este sábado el nivel 2 tras arrasar ya unas 300 hectáreas
16 ago 2025 . Actualizado a las 11:11 h.«Aínda temos o medo no corpo». Es la frase que resume la intensa noche vivida en Melide para evitar que el fuego destrozase una vivienda en el lugar de Leboreiro, a escasos kilómetros del epicentro de las fiestas patronales de este municipio, uno de los lugares de paso y parada del Camino Francés.
En esta finca, denominada por sus dueños como «O Casteto», ya saben lo que es combatir el fuego. «Isto xa o vivín hai quince anos, e vai pasar de novo», recuerda una de las hijas de los dueños mientras suministra agua a las personas que, al otro lado de la propiedad, trabajan sin descanso mientras una de ellas traslada su sospecha de que el incendio fue provocado porque surgió en dos focos cercanos a la carretera y a media tarde.
«Vin baixar a un home do coche a unha zona de monte e pouco despois comezou a arder, e seica unha cámara captou ao mesmo coche nos dous sitios con media hora de diferenza», relata, confiando en que si esto es así pueda descubrirse a la persona responsable de tanto daño y angustia. Mientras tanto, en esto agradecen el trabajo de los servicios de extinción, entre los que se encontraban los bomberos de Arzúa, y de los vecinos que no descansaron ni un segundo para controlar el fuego.
El incendio originado en esta zona enseguida se extendió a la parte de Toques, en un área protegida, en la que también hay explotaciones ganaderas que ayer vieron el peligro muy de cerca. «Eu pedín permiso para rozar o monte e non me deixaron por non sei que especie de lagarto», denunciaba uno de los propietarios afectados que durante horas estuvo vigilante para que el fuego que rondaba por su explotación no se adentrase en ella. Cerca de este núcleo, una joven bilbaína que se crio en la zona hacía lo mismo frente a la casa cerrada de una vecina: «Hai que axudar».
El incendio de Melide se extendió, o bien hubo otro foco, al vecino municipio de Toques, afectando especialmente a la parroquia de San Martiño de Oleiros. El fuerte viento que se levantó pasado el mediodía avivó las llamas en muchos puntos, obligando a los vecinos de numerosas aldeas a vigilar e impedir con sus propios medios que el incendio se acercase a las casas, ya que los equipos de extinción estaban concentrados en los lugares en los que su intervención era fundamental para evitar que las llamas arrasasen viviendas y explotaciones.
En Fondevila sus vecinos se organizaron para minimizar los daños, darse ánimos y coordinar el apoyo de otras aldeas, que enviaron cisternas, participando también sus en tareas de apoyo, vigilancia y extinción. Para la mayoría, lo vivido no es ninguna novedad. «Isto xa pasou hai dez anos, e sempre é cando chegan as festas do Carme», recordaba un joven de esta aldea.
El incendio quemó más de 200 hectáreas
El incendio forestal arrasó más de doscientas hectáreas de pasto y monte, según la primera estimación de la Consellería do Medio Rural, que enseguida declaró el nivel 2 de alerta ante el riesgo de que el fuego llegase a algunas viviendas y granjas, primero en varios lugares de Melide y después en el municipio de Toques, más afectado. En el parte emitido en la mañana de este sábado, la Xunta informa de que ha desactivado ya el nivel 2 de un fuego en el que actualiza la cifra de hectáreas calcinadas en unas 300 y que considera estabilizado.
Para extinguir las llamas se movilizaron en un primer momento un técnico, tres agentes, once brigadas, diez motobombas, una pala y un helicóptero, que se afanó para reducir la intensidad del fuego en los momentos de más viento, mientras la pala trabajaba en la misma zona para crear cortafuegos. El Concello de Touro envió una motobomba para reforzar el suministro de agua a los equipos de extinción. En el dispositivo de las áreas afectadas también participó la Guardia Civil, la Policía Local de Melide, Protección Civil de Melide y los Bomberos de Arzúa.
El helicóptero utilizó varios puntos para recoger agua. Uno de ellos fue la piscina del área recreativa de Furelos, ubicada muy cerca del incendio. Esta recogida fue posible porque el Concello de Melide ordenó el cierre de este recinto y pospuso la celebración del Día da Bici por la mala calidad del aire y porque el recorrido previsto incluía zonas cercanas a los lugares afectados por el incendio.