Allariz volvió a viajar en el tiempo. En concreto, a 1317, cuando Xan de Arzúa, a lomos de un buey, encabezó la procesión del Corpus para enfrentarse a los judíos que vivían en la villa y que boicoteaban la celebración de los cristianos. Los vecinos recrearon ese capítulo histórico, que sustenta la Festa do Boi.
Las celebraciones que recrean acontecimientos antiguos conjugan ocio, orgullo y patrimonio en Allariz, Ribadavia, Seixalbo, Xinzo de Limia, Celanova o Pazos de Arenteiro
«La gente de Arzúa lo sabe todo sobre mí porque él lo cuenta en sus redes sociales, las cosas malas también, si pierdo una prueba o si me descalifican», explica con orgullo la deportista gallega