La modelo que vivió en Negreira y ahora conquista el mundo desde Dubái

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

NEGREIRA

CEDIDA

La carrera de Zulema Vázquez no toca techo, actualmente reside en los Emiratos Árabes y acaba de participar en la Semana de la Moda de París

17 oct 2022 . Actualizado a las 20:30 h.

Lleva más de una docena de años en la industria de la moda y su carrera parece no tocar techo. Zulema Vázquez ganó su primer certamen de belleza con 16 años y poco tiempo después ya estaba luciendo su melena pelirroja en la pasarela Cibeles de Madrid. Aquella joven que empezaba a despuntar allá por el 2010 acabaría cambiando el color de su cabello y su residencia habitual antes de que llegase la pandemia, cuando empezó su despegue internacional como modelo. La ribeirense vivía junto a sus padres en Negreira cuando logró el título de Miss World Galicia y vinieron muchos otros premios y reconocimientos después, pero el gran salto vino en el 2017. Fue cuando se proclamó en Turquía primera dama de honor y miss elegancia en Miss 7 Continents. En cuestión de un par de años, ya había establecido su residencia habitual en Dubái, desde donde está conquistando el mundo.

Zule, como le llaman cariñosamente sus amigos y familia, ya ha dejado huella en Francia, Italia, Mónaco, Turquía, Tanzania... A punto de cumplir los 30 años, acaba de participar por primera vez en la Semana de la Moda de París y entre manos tiene un nuevo reto, en el mundo de la interpretación, que pasa por tres continentes (incluido América). Aunque hasta ahora ha trabajado en moda y publicidad, no se cierra puertas y encara con ilusión los proyectos que le depara la vida. A pesar de que cada vez pasa más horas de un destino para otro y tiene más compromisos laborales, no se olvida de su gente.

«En el trabajo, Zule es muy aplicada y responsable. Por muy cansada que esté no lo demuestra, incluso en sesiones en las que tiene que probarse entre 80 y 100 estilismos y hay solo tres disparos por cada uno de ellos en los que tiene que salir bien. Y, con su entorno más íntimo es muy espontánea, cariñosa y familiar. Siempre está mandándole flores a su abuela Carmen, por ejemplo, y tiene devoción por todos sus abuelos», explica su madre, Mónica Rey, una de las personas que mejor conoce a la modelo. Su hija, de hecho, afirma que de ella heredó su discernimiento, talento y belleza. En este tiempo, ha conseguido salir airosa de unas cuantas situaciones embarazosas en medio de los desfiles, incluso acabó en cueros de cintura hacia arriba en uno de ellos porque no le habían sujetado bien el estilismo, tal y como ha recordado en una entrevista reciente. En ella cuenta que, al margen de estas anécdotas, su trabajo le ha aportado infinidad de experiencias y momentos buenos. Lo que más le pesa en el día a día no es el dolor de pies, el ritmo de vida acelerado, los constantes viajes o el agotamiento, sino estar lejos de su familia, a la que no puede visitar tanto como le gustaría.