El defensa Paco Sanín jugó más de 75 minutos como portero del Negreira sin encajar un gol

Ignacio Javier Calvo Ríos
NASO CALVO LA VOZ / SANTIAGO

NEGREIRA

Foto: EMILIO FORJÁN

Lesionado José Dacuña y expulsado Juan Berdullas al cuarto de hora de comenzar el duelo frente al Baio, el central santiagués se vio en la obligación de colocarse bajo palos

12 sep 2023 . Actualizado a las 19:21 h.

Francisco Sanín Míguez (Santiago, 1995) es defensa del Negreira en la Primera Galicia. Paco Sanín comenzó en el desaparecido Lobelle de fútbol sala. Luego, en fútbol de campo militó en el Amio, Fátima y Conxo. Posteriormente, pasó una temporada en el Ordes de Preferente y ahora cumple su quinta campaña con el Negreira.

En el estreno del curso en la Primera Galicia, el central jugó más de hora y cuarto como portero. A los 15 minutos de iniciarse el partido frente al Baio, Noel Villamor expulsó al meta local Juan Berdullas. El otro cancerbero, José Dacuña, está lesionado y tiene para dos o tres semanas de recuperación por culpa de un fuerte esguince. El Negreira no cuenta con equipo juvenil, por lo que el técnico Adrián Vázquez solo pudo disponer de un portero para la convocatoria.

Durante la semana se habló «de la remota posibilidad», cuenta Paco Sanín, de que se colocase Colón en la portería si había algún imprevisto. «En el último entrenamiento de la semana, Colón pisó mal y se lastimó un dedo, pero nadie pensó en lo que podría ocurrir el domingo. Cuando se lesionó José Dacuña, el técnico nos preguntó quién podría jugar como portero si sucediese algo en el campo. Colón se ofreció voluntario porque lo había hecho una vez anteriormente. Con esa idea nos fuimos para casa, sin darle mayor importancia».

Cuando expulsaron a Berdullas, señala Sanín, «sabíamos que Colón no podía por tener mal el dedo. Entonces di yo el paso. Cuando era cadete me puse algunas veces de portero para que mi compañero tuviese minutos como jugador de campo». Sobre su experiencia cuenta que «fue divertido, una bonita anécdota. Suerte que no tiraron mucho. José Dacuña se puso detrás de la portería para indicarme y orientarme un poco, pues en estas situaciones pierdes muchas referencias. No tuve grandes sobresaltos. Me encontré con un par de saques de esquina y una salida de puños. Es parecido a cuando despejas con la cabeza un balón dentro del área, aunque fue más fácil porque lo hice con las manos. En la portería la toma de decisiones es complicada».

Cuando Paco Sanín cambió el dorsal cuatro por el uno, el Negreira ya tenía tres goles. Marcaron primero Juan Diego y Alberto Freire, a los cinco y seis minutos. El 3-0 fue de Juan de Selia, en el 11, poco antes de la expulsión de Berdullas. El 4-0 lo certificó Christian Fernández, en el 87.

Pese al marcador favorable en el momento de la tarjeta roja, Sanín no quiso caer en la euforia: «El partido estaba bien controlado, pero no era el momento de relajarse ni de jugar tranquilo. Nos propusimos no encajar rápido un gol para evitar los nervios. Mis compañeros me arroparon y la afición, que se dio cuenta de la situación, no paró de animarme. No le permitimos al rival situaciones cómodas de disparo. Cuando estuvimos once contra once, el partido fue entretenido y dominado por nosotros. Salimos muy enchufados. Luego, supimos adaptarnos a la insólita situación. El equipo supo protegerse muy bien».

Durante la semana, ante la ausencia de José Dacuña, Cheli, el entrenador de porteros, echó una mano para llevar adelante el trabajo. Si se confirma la sanción, el club deberá tomar medidas.

Sanín: «No tendré problemas para jugar el domingo otra vez»

Paco Sanín no sabe qué hará ahora la directiva. De todos modos, asegura que «no tendría ningún problema para jugar el domingo en la portería. No tengo miedo. Soy uno de los capitanes y haré lo que me mande el entrenador y lo que el equipo necesite. Sin embargo, el club quiere ver el vídeo del partido para analizar si se puede recurrir la posible sanción a Berdullas. Él dice que sujetó el balón en la misma línea. Estaba presionado por el delantero, pero señaló que en ningún momento agarró el balón fuera del área. No es una jugada fácil y el árbitro, que en ese momento estaba en el medio del campo, nos dijo que decretó la falta por indicaciones de su auxiliar».

Pese a quedarse en superioridad numérica, el Baio no cambió su forma de pensar. Apunta Paco Sanín, que «tenían muy claro a lo que venían al García Calvo. En ningún momento variaron su pensamiento. Ni siquiera intentaron chutar desde lejos y supongo que sabían que en la portería estaba un defensa. No tuve que intervenir mucho, la verdad».