Una moción de censura necesitaría once votos, por lo que UxO, BNG, PSOE y los tránsfugas tendrían que apoyarla

La Voz

ORDES

24 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La pérdida del apoyo de dos concejales del Partido Popular deja al ejecutivo que preside José Luis Martínez Sanjurjo con un equipo muy reducido para gobernar Ordes y convierte en toda una quimera la posibilidad de acuerdos por mayoría en asuntos como el presupuesto.

El hecho de que Beatriz Martínez Candal fuese segunda teniente de alcalde y concejala delegada de Obras e Infraestructuras confiere mayor debilidad al ejecutivo, que también pierde al hasta ahora responsable de Deportes y Mocidade, hasta ayer tercer teniente de alcalde.

En cualquier caso, teniendo en cuenta que la corporación ordense estará formada a partir de ahora por cinco grupos políticos, junto a la aplicación de la ley antitransfuguismo, que recorta capacidad a los ediles que cambian de partido, complican la articulación de una moción de censura.

La ley establece que para que un cambio de gobierno sea posible en Ordes este debe tener el apoyo de once concejales, ya que el voto de los tránsfugas no tiene la misma validez. Y atendiendo al reparto de concejalías, la única alternativa factible implica que a los seis votos de Unión por Ordes deban unirse cinco más, que solamente pueden proceder de las tres actas que tiene el BNG, la de la única concejalía del PSOE y la de los dos ediles tránsfugas, ya que el voto de estos últimos computaría al 50 %.

Con las firmas aún recientes de los escritos de abandono del gobierno de los dos ediles y de la militancia temporal del PP, solamente el BNG habló de los pasos que habría que dar para un cambio de gobierno y de lo inviable que resultaría.

Pablo Vidal, portavoz nacionalista, recordó el acuerdo de la asamblea del BNG a este respecto. El pasado verano el Bloque insistió en que solamente para el inicio de negociaciones tendrían que producirse tras dimisiones. Y estas serían las del ex alcalde Manuel Regos y la de los ediles Silvia Marín y Roberto García, los tres concejales de Unión por Ordes.

Mientras tanto, la primera prueba fuego del gobierno popular y de sus ya ex concejales se producirá mañana mismo, ya que partir de las 20 horas la corporación celebra su pleno ordinario y en ella ya podrá visualizarse la escisión de los dos ediles, tanto a la hora de ocupar los asientos en el salón de plenos como en el momento de las votaciones, aunque sean asuntos de mero trámite.