Marín dimite como edila para propiciar una moción de censura en Ordes

Emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

ORDES

SANDRA ALONSO

La concejala de UxO deja la corporación e invita al BNG a sentarse a negociar

12 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Unión por Ordes, partido que desde que perdió la alcaldía en las elecciones del 2015 en favor del Partido Popular ha intentado promover un cambio de gobierno, que irremediablemente pasa por contar con el apoyo del BNG, ha movido ficha y su número dos, Silvia Marín, presentó ayer su dimisión como concejala independiente.

Esta renuncia es uno de los condicionantes del Bloque para sentarse a negociar y hasta el momento es el único que UxO ha cumplido, porque los nacionalistas también reclaman la dimisión del exalcalde Manuel Regos Boquete y de Roberto González.

Silvia Marín presentó su dimisión en el Concello ayer al mediodía y horas después confirmó el fin de su actividad política. Su renuncia ya es oficial, pero no será efectiva hasta que el pleno tome conocimiento de la misma, un trámite que se retrasará hasta el mes de septiembre, fecha marcada en el calendario para la siguiente sesión ordinaria. Tras reconocer el paso que había dado, Marín evitó extenderse en sus declaraciones, si bien reconoció que obedecía a una mezcla de razones de índole «persoal» con su intención de no ser «ningún obstáculo» para que se pueda articular una moción de censura que desbanque al Partido Popular de la alcaldía.

Horas antes de su renuncia, Unión por Ordes admitía en un comunicado que en la reunión mantenida el pasado lunes los miembros del partido habían acordado que tanto ella como Manuel Regos y Roberto González deberían presentar su dimisión. Silvia Marín dejó ayer la corporación y UxO reconoce que Manuel Regos está dispuesto a hacerlo, aunque todavía no ha dado el paso. Quien no tiene previsto dimitir es el edil Roberto González. A este respecto, Unión por Ordes reconoce abiertamente que González «rexeitou aceptar a decisión de UxO e deixará de pertencer á disciplina deste partido, pasando a ser un concelleiro non adscrito, ao non ser posible legalmente obrigalo a renunciar á súa acta de concelleiro».

Mientras en el partido independiente las aguas están revueltas, el mutismo impera en el BNG local, que solamente recuerda dos cifras, la de su exigencia de tres dimisiones y el de la fecha límite del 22 de agosto para que Marín, Regos y González ya no sean concejales.

Ante estas condiciones, acordadas en asamblea hace más de un año, Unión por Ordes considera «que o intento do BNG de escudarse na non renuncia dun concelleiro que xa non pertencería a UxO demostraría que o BNG realmente nunca quixo un goberno de cambio en Ordes». Este partido entiende que «se o BNG non rectifica, e se empeña en utilizar esta desculpa a todas luces absurda, tan só estaría demostrando unha cousa: que nunca quixo sentarse a negociar un goberno de cambio en Ordes, e que as súas condicións para negociar este cambio non eran máis que unha cortina de fume, un burdo farol, un engano que tan só faría ao BNG máis cómplice dun goberno do PP en Ordes, que é absolutamente lesivo para a maioría social».

Frente a este opinión, el BNG siempre ha visto a UxO como la cara b del Partido Popular y considera que sin la renuncia de los tres concejales citados el cambio no es posible.