Acaba de renovar por una temporada más en el Sigüeiro, con el que quiere ascender a la Preferente Galicia
10 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Juan Luis Amigo Ferreiro, Juanito (Sigüeiro, 8 de diciembre de 1969), cumplirá 48 años en pleno curso. Acaba de renovar por el Sigüeiro, equipo en el que empezó a destacar como juvenil hace más de tres décadas y en el que ahora volverá a intentar el cambio de categoría. Con el veterano capitán al frente, el Sigüeiro se quedó a las puertas de la Preferente Galicia, objetivo que se marcarán directivos, técnicos y jugadores para el próximo curso.
Vive en Neda, cerca de Ferrol, y dos días a la semana se desplaza a Sigüeiro para entrenar con sus compañeros. Tres largos viajes a la semana (con el desplazamiento del partido de cada jornada) para disfrutar de un deporte por el que siente «paixón». Casi una hora de carretera y más de setenta kilómetros separan su casa del campo de fútbol en el que volverá a jugar una campaña más, que seguramente no será la última. «David, que estaba xogando con nós, é o adestrador e quere manter a mesma base. Quere que eu siga no equipo e intentará que se queden a maioría dos futbolistas», explica Juanito, que iniciará su quinto curso en este equipo. Llegó cuando el Sigüeiro ascendió a Primera Regional.
Su larguísima trayectoria profesional arrancó en el Compostela, a finales de los ochenta y principios de los noventa. Después se lo llevó el Deportivo y fue cedido al Real Betis. También militó en el Mérida, Levante, Toledo, Racing de Ferrol y Narón, repitiendo en varias etapas diferentes en el Compos y en el Racing. Entre Segunda y Segunda B disputó más de 450 partidos.
Siempre por la banda derecha
Juanito, que nació en el hospital de Santiago, pero creció en Sigüeiro (Oroso), localidad próxima a la capital gallega, se siente «moi cómodo» jugando al fútbol en un equipo modesto: «Cando fun para Sigüeiro pedín ser un máis. E son feliz aquí. Tanto o equipo como a directiva son a xente do meu pobo e por iso sigo xogando. Hai moi bo ambiente no vestiario e no club. Os afeccionados, que non son moitos, son xente moi fiel ao equipo. Sempre están con nós e iso é de agradecer», apunta el delantero.
Sigue sentando cátedra por la banda derecha. Siempre en la misma posición, aunque a veces algún técnico lo cambió de banda o lo colocó como nueve, «pero en moi poucos partidos». El futbolista se ríe cuando hablamos de su faceta como rematador: «Cada vez marco menos goles, aínda que é verdade que nunca fun un gran goleador. Gustoume sempre desbordar para buscar a asistencia. O gol non me preocupa, aínda que tamén podo dicir que me gustaría marcar máis. Pero non me poño nervioso por estar sen marcar moito tempo, xa estou acostumado a iso».
No piensa en la retirada, aunque eso lo decidirá al finalizar la próxima campaña. Seguro que si cumple su objetivo de ascender a Preferente, el capitán seguirá un curso más vestido de corto en la nueva división. «Penso que a idea vai ser pelexar de novo por subir. Quedamos terceiros e un pouco que o fagamos mellor seguro que estaremos arriba. O club mellora cada ano o equipo e cada vez acadamos mellores posicións, aínda que tamén sabemos que hai rivais que se están a reforzar moito», cuenta el jugador.
Era «un rapaz» cuando logró el primer ascenso del Compostela a Segunda División
Con el paso de los años, a Juanito a veces le cuesta recordar cuáles fueron sus momentos más brillantes y de mejor recuerdo. «Nestes anos pasaron moitas cousas e teño grandes lembranzas, por suposto. Sempre sentes algo especial cando miras cara atrás e lembras os ascensos ou os anos que ao final acadas unha permanencia, porque é o remate do bo traballo de todo un ano. Tamén pensas nas tempadas nas que fas un bo papel e sénteste máis importante no equipo», resume el extremo.
Sin embargo, en su retina guarda como si fuese ayer un día histórico para el Compostela, cuando siendo «un rapaz» el equipo de Fernando Castro Santos consiguió ascender a Segunda División por primera vez en su historia tras una liguilla en la que tuvo que tumbar en el viejo Santa Isabel al potente Badajoz, que era el gran favorito y que en la primera vuelta le había endosado un contundente 4-0 a los blanquiazules en una tarde de muchísimo calor. «Eu case que era un neno e viñamos de ascender de Terceira División. O noso vestiario era unha familia e eses anos os lembro de xeito moi especial», recuerda con nostalgia el veterano jugador del Sigüeiro.
Una familia
En aquel vestuario era uno de los cachorros, en un plantel con una buena mezcla de veteranía y juventud, con total acento gallego en las filas de un Compos que creció muy rápido y llegó al cielo en un tiempo récord. «Tiñamos un grupo moi san. Estaban Cota, Cea, Ochoa, Quico, Moure, Juan, Docobo, Agustín... Empezamos todos xuntos dende abaixo aquel proxecto e chegamos ao fútbol profesional en moi poucos anos», presume el de Sigüeiro. Mucha ilusión, una gran pasión por el fútbol y una vida saludable mantienen a este veterano extremo en plena forma.
El cariño del público
Hay futbolistas que quedan marcados por alguna anécdota, por alguna proeza o porque simplemente se ganaron la admiración y el cariño del público por una acción puntual. A Juanito le sucedió algo de todo esto cuando se fue cedido del Dépor al Betis. El equipo verdiblanco llegó a las semifinales de la Copa del Rey y cayó eliminado frente al Zaragoza. Antes, en los cuartos, le tocó en suerte pelear contra uno de los gigantes de la liga española, el Barça. En el Benito Villamarín, 0-0. En el Camp Nou, 0-1 para el Betis, con gol de Juanito.
El pasado curso solo faltó a un partido «polas típicas molestias da miña idade»
No se cansa de repetir que nunca habla de renovaciones hasta que acaba la temporada, después de hacer un buen análisis del año y ver sus sensaciones. Si le respetan las lesiones, será difícil que cuelgue las botas dentro de doce meses: «Este último ano so perdín un partido. Tiven as molestias típicas da miña idade (vuelve a reírse), pero atopeime moi ben e o club quere que siga».
A veces se tropieza con excompañeros que ya hace muchos años que colgaron las botas. «Sempre risas e as mesmas preguntas. ¿Cando o deixas? ¿Por que non te retiras xa?», nos cuenta con una sonrisa el veterano futbolista.
Juanito asume que con la edad el objetivo principal es llegar a la recta final de cada temporada en la mejor forma posible, para estar a tope en los momentos más importantes del curso. Por eso, entiende que cada año que pasa le toca pasar un poco más por el banquillo. «Seguro que este ano que vai comezar estarei máis partidos sen xogar, pois son moitos anos e non se pode abusar moito. Hai que ir vendo cada semana, pero cada ano que pasa terei que disputar menos minutos para que os que xogue sexan do máximo nivel posible. Non se trata de dosificar, senón que a idea é chegar ao final con boas sensación por se nos estamos a xogar algo importante. Non se recupera agora igual a musculatura. Xa o falei co adestrador», asume el incombustible delantero.