
Álex Doval ofició 37 enlaces en el 2024 y este año lleva 18, en un ayuntamiento que instruye 22 expedientes más y barre las bodas religiosas, que fueron solo 3 en año y medio en el municipio
05 ago 2025 . Actualizado a las 05:05 h.Ni se llama Antonio ni es santo. Pero el alcalde de Oroso, Álex Doval, bien puede competir con San Antonio de Padua como casamentero. Porque el pasado año ofició 37 enlaces civiles, y lleva otros 18 en lo que va de un 2025 que batirá su propio récord. Porque el Concello está instruyendo otros 22 expedientes, de los cuales siete ya tienen fecha fijada para la ceremonia. Y es una tarea que Doval, quien hasta celebró tres bodas de aniversario de oro, se toma en primera persona. Solo en dos ocasiones delegó en las concejalas María Requejo e Isabel Fernández.
Doval convierte el formulismo del trámite civil en una ceremonia: «Siempre trato de conocer un poco la historia de los contrayentes, de cómo se conocieron y de cuándo empezaron, para armar un poco el acto, porque si solo sigues el Código Civil es leer los artículos, prestar válido consentimiento y a casa». Por eso, explica, «antes se hacían muy pocas bodas, porque era firmar y nada más. Pero yo soy medio artista y hago un poco de comedia»; hasta en ocasiones al inicio pone en pie a los asistentes para persignarse, como si de una boda religiosa se tratase. Lo cierto es que sus buenas artes como casamentero empezaron a comentarse por el municipio, y la lista de contrayentes fue en aumento. Hasta el cura de Sigüeiro, Diego Ríos, le preguntó el verano pasado cuántas tenía en agenda y tuvo que reconocer que él no competía. Porque en agosto del 2024, Doval llegó a cuatro en un mismo fin de semana: una el viernes, dos el sábado y otra el domingo. «Me comentó: ‘Madre mía, tienes un montón, muchas más que yo. Pero seguro que a entierros te gano», bromeó. Y efectivamente, porque el alcalde se limita a enlaces nupciales: «Ni bautizos civiles, ni comuniones civiles [sonríe]. Solo bodas». En esos sacramentos, la Iglesia recupera cifras, porque en bodas barre el Concello: en año y medio solo se celebraron en Oroso tres bodas religiosas.

El regidor cree que la cifra aún puede crecer, ya que los jueces de paz se han quedado hace unos meses sin la competencia de celebrar enlaces civiles. Pero no teme una lista de espera irresoluble: «Malo será que no podamos organizarlo», en un acto por el que el Concello de Oroso ni tiene establecida tasa ni baraja imponerla, convencido el alcalde de que generaría más trabajo a Intervención que rendimiento real a las arcas municipales. «Lo que no descarto yo es dar de alta mi colegiación en el Colegio de Abogados, en el que estoy como no ejerciente, para llevar posibles futuros divorcios, y ahí sí cobrando», lanza entre risas.
Queda por saber cuándo se verá la foto de la boda del ‘casador casado’, dicho y escrito sin seseo: «No se puede ser juez y parte. Solo sé hacer las de los demás», replica en un veloz quiebro.