Responsabiliza al patronato de la decisión de despedir al exgerente del organismo y afirma que ella no firmó el cese de Tomás Cavanna
22 jul 2015 . Actualizado a las 08:47 h.La viuda de Camilo José Cela, Marina Castaño, trató ayer ante la jueza de Padrón de eludir su culpa en la gestión de la fundación de Iria-Flavia que lleva el nombre del escritor y que presidió tras su muerte y hasta que la Xunta se hizo cargo de la misma debido a sus dificultades económicas.
Castaño no realizó declaraciones ni a la entrada ni a la salida del juzgado, en el que apenas estuvo hora y media para declarar como imputada por presuntos delitos de malversación de fondos públicos, fraude en subvenciones y apropiación indebida.
Pero, de acuerdo con Xosemaría Rodríguez, el abogado de la acusación particular que representa a Lola Ramos -la vecina de Iria que llevaba años alertando de presuntas irregularidades en la gestión- la viuda de Cela respondió «tranquila» a las preguntas de la jueza María Salomé Martínez Bouzas, del fiscal Álvaro García Ortiz; del abogado del Estado (está como parte perjudicada) y de su defensa, Ignacio Rodrigo, aunque se negó a hacerlo a las de Xosemaría Rodríguez.
Así, según este, Marina Castaño se presentó con una «versión exculpatoria» sobre las cuestiones que se están investigando, como la creación de una sociedad para ingresar devoluciones de IVA de facturas de la entidad, que está exenta de tributación; la contratación de un trabajador por parte de la fundación y que, supuestamente, realizaba su labor en el domicilio de Castaño en Madrid o las condiciones del despido del exgerente, Tomás Cavanna Benet, que recibió una indemnización de 150.000 euros procedentes de fondos públicos. Castaño responsabilizó al patronato del despido y dijo que ella no lo firmó.
Cavanna también está imputado por los mismos delitos que Castaño y declaró ayer antes que ella, respondiendo a todas las preguntas salvo a las de la acusación popular, según Rodríguez.
Para hoy hay previstas tres declaraciones más, las de Dositeo Rodríguez, la de su hija y actual directora de la entidad, Covadonga Rodríguez y la del que fuera secretario de la fundación, José Luis Delso. La jueza los imputa por un presunto delito de malversación de fondos públicos por el despido de Tomás Cavanna, que entiende que fue «simulado».
«Quedan testemuñas»
Tras las declaraciones de ayer y hoy, el abogado Xosemaría Rodríguez confía en que la jueza siga adelante con la causa porque considera que «quedan probas por practicar e testemuñas que traer a esta causa». Entre ellas, podrían estar los patronos que asistieron a la reunión de la fundación de mayo del 2010 en el que se acordó el despido del exgerente. Además de Dositeo Rodríguez, entonces eran patronos el exconselleiro Roberto Varela y el exrector de la Universidade de Santiago Senén Barro, entre otros.