El autobús, el medio elegido en Padrón por muchos peregrinos para la última etapa del Camino

PADRÓN

El de las nueve de la mañana es el horario con más caminantes, que alegan cansancio o motivos de salud para no seguir a pie
08 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Cansancio, fatiga, dolor de pies o rodillas, enfermedad o retrasos en las etapas con la consiguiente pérdida del vuelo son algunas de las razones que esgrimieron los peregrinos —españoles y extranjeros— que en las últimas semanas se subieron a un autobús en la estación de Padrón para realizar en este medio de transporte la última etapa del Camino Portugués hasta Santiago.
Basta acercarse un par de días a la estación para comprobar que son muchos los que recurren al autobús, aunque seguramente una cifra insignificante teniendo en cuenta el flujo de peregrinos que tiene en la actualidad el Camino Portugués en sus dos variantes —el año pasado sellaron la Compostela unos 170.000 de esta ruta—. Pese a ser minoría, no pasan desapercibidos en la estación, al mezclarse con los usuarios habituales del bus. Así, consultados al respecto, los usuarios habituales cuentan que, en alguna ocasión, han llegado a decirles a los peregrinos que «el Camino se hace a pie, no en autobús», y que ese comentario sentó mal. También relatan que la subida de los caminantes al autobús retrasa los trayectos, sobre todo, cuando se trata de peregrinos extranjeros que no controlan el dinero en metálico.
El servicio más utilizado por los romeros es el de las nueve de la mañana, hora a la que parten dos autobuses desde la estación de Padrón. Un usuario habitual asegura que en ese primer bus ya se han quedado en tierra usuarios que van a Santiago a hacer gestiones, al llenar los peregrinos todas las plazas del vehículo.
Pero la práctica de trasladarse en autobús no solo sucede en la etapa padronesa, sino incluso antes, en Caldas de Reis, de modo que a las diez y media de la mañana es habitual ver llegar a la estación padronesa un bus con peregrinos que bajan y se quedan en Padrón. «Pasan o día na vila, selan a credencial e, ao día seguinte, soben noutro autobús camiño de Santiago», cuenta una usuaria, que asegura que ve esa práctica a diario.
De hecho, quienes esperan ese autobús de las diez y media de la mañana para ir a Compostela ya saben que, si llega con retraso, «é porque nel veñen moitos peregrinos», como así sucedió un día de la semana pasada.
«Al llegar a la villa ya se hace duro y es el trayecto más largo»
Algunos peregrinos no llegan en autobús hasta Santiago, sino que se bajan O Milladoiro para realizar lo últimos kilómetros a pie, pero hay incluso quien camina un tramo más amplio, bajándose en A Escravitude o A Picaraña, y otros menos, dejando el bus a la altura de la parada de la avenida Rosalía de Castro, en la capital.
Padrón es la última etapa del Camino Portugués y los peregrinos consultados reconocen que llegan cansados. «Con los pies deshechos, porque hay muchos tramos con asfalto», asegura una caminante colombiana, que hizo el Camino en un grupo del que una parte optó por el bus. «Al llegar a Padrón ya se hace duro y, además, es la etapa más larga», señala otra caminante. Una holandesa lamenta que no puede con el dolor de rodillas. Otro peregrino español explica que se retrasó en una etapa y que no podía hacer la última a pie para no perder el vuelo. El tren es otro medio al que se suben en Padrón para llegar a Santiago.