El histórico pediatra de Rois y Dodro se jubila: «Sempre tiven vocación para traballar con nenos e fun moi feliz na profesión médica»

Uxía López Rodríguez
ÚXÍA LÓPEZ ROIS / LA VOZ

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UXIA LOPEZ

Con 70 años, Carlos Silva Hermo cuelga la bata blanca tras más de cuatro décadas de carrera, prácticamente toda en centros de salud del Sar

23 feb 2025 . Actualizado a las 08:24 h.

Carlos Silva Hermo colgó la bata de médico con 70 años, cumplidos hace una semana. Durante más de cuatro décadas ejerció la pediatría, casi toda su trayectoria en los centros de salud de Rois y Dodro, en los que también se jubiló. Tras licenciarse en Medicina en 1979, su primer destino fue A Fonsagrada, en Lugo, pero ya en cuarto curso de Medicina comenzó a realizar prácticas en el Hospital de Conxo, en el que también vivía porque entonces había habitaciones para médicos y hasta hacía vida con los niños ingresados, recuerda.

Al acabar la carrera, su idea era ir a Canarias para ejercer allí, pero aprobó la oposición en Galicia y eligió A Fonsagrada. Al año, salieron nuevos destinos en la provincia de A Coruña y, entre ellos el de Rois. «Onde é Rois?», se preguntó Carlos Silva. Pero él, que es natural de Boiro, se casó en Santiago y acabó estableciéndose en Padrón, supo a través de su suegro, que fue hostelero, que era una buena plaza porque, según le dijo, era el lugar donde estaba Casa Ramallo, relata el pediatra jubilado. Y así se decantó por Rois, donde hizo toda su carrera pediátrica. «Casos coma o meu non creo que haxa moitos, de traballar tantos anos no mesmo centro», asegura Carlos Silva.

En A Fonsagrada fue el único pediatra que hubo a tiempo completo y en Rois estuvo unos cinco años ejerciendo solo en este concello. Después le pidieron ir a A Baña y, por las tardes, consultaba dos días en ese municipio. A los dos años de comenzar en A Baña, el que fuera su profesor de matemáticas en bachiller, Fernando Vila Brión, alcalde de Dodro, le propuso ir a pasar consulta a este concello. Dejó A Baña y consultó en Dodro tres días por semana, en la planta alta de la farmacia hasta que se construyó el centro de salud.

A la par, Carlos Silva se involucró de lleno, junto a Ángel Rubín, médico de Dodro jubilado, en las reuniones para la creación en la comarca de un sistema de guardias, que derivó en la apertura en 1986 del Punto de Atención Continuada (PAC) de Padrón, en el que realizó guardias hasta su jubilación.

«Eu disfrutei moitísimo coa miña profesión; para min non era un traballo; sempre disfrutei na miña consulta, atendendo aos nenos e sempre tiven espírito e vocación para os nenos», asegura el pediatra, quien reconoce que echará de menos la profesión, pero es consciente de que «con 70 anos un xa ten traballado bastante e hai que saber retirarse». Ahora toca, además, compartir el tiempo con los nietos.

Disfrutó su profesión con los niños y con sus compañeros de modo que, por ejemplo, en Rois, coincidió muchos años con María del Carmen Caneda, Gerardo Baltar y José María González.

Cuando empezó a ejercer, él mismo aportaba el material de la consulta, como el fonendo, la báscula o los depresores de la lengua. En sus inicios profesionales en Rois y Dodro llegó a tener un cupo de cerca de 1.000 niños, cifra que ahora no alcanza los 600, según precisa. Cuatro décadas de profesión le valieron, además, para atender a más de una generación de niños y también par ver la evolución en la medicina preventiva con la llegada de las vacunas.

«Vexo complicado que o Sergas poida cubrir a miña vacante»

A raíz de conocerse su jubilación, Carlos Silva cuenta que no hubo día en el que alguna familia no le preguntara si no tenía previsto abrir una consulta privada, como ya tuvo en su tiempo, pero la respuesta es no aunque, matiza, «podía seguir porque me atopo ben de saúde e hai déficit de pediatras». A este respecto, en su opinión, ve «complicado» que el Sergas pueda cubrir su vacante en Rois y Dodro debido, precisamente, a esa carencia de especialistas que él atribuye a una mala planificación en Madrid, que falla en la formación de médicos especialistas. «Non hai unha planificación a corto nin a medio prazo», asegura abiertamente el pediatra, para quien era previsible lo que está pasando en cuanto a déficit de especialistas. Tanto es así que en su día, hace más de veinte años, Carlos Silva fue pionero, junto con su entonces compañera en Padrón, María Victoria Ventura, en turnarse para cubrir en verano las vacaciones de uno y otro, de modo que ningún niño quedara sin atención pediátrica mientras el especialista de su concello estaba de descanso estival y teniendo en cuenta que ya no había especialistas para cubrir las vacaciones. 

Considera que el déficit en pediatría «non está fácil de resolver», en parte además porque cree que «vocación de pediatra non hai moita tampouco» y los pocos que se forman optan por quedarse en los hospitales. En su caso, dejó el cargo de adjunto en un hospital para ejercer de pediatra en una consulta, lo que le permitió hacer un seguimiento cercano de los pacientes y «ser moi feliz toda a miña carreira», explica.

En cuanto a su vacante, considera que la consulta de pediatría de Padrón podría atender a todos los niños de la comarca, pero «hai que espabilar», asegura, en alusión a poder atender todas las citas.