Jean-Pierre Sauvage, Nobel de Química: «No me gustaría vivir rodeado de seres humanos que sean perfectos»

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

SANDRA ALONSO

Pese a ser consciente del futuro que abren las máquinas moleculares, prefiere ser cauto: «No me gusta vender humo»

09 oct 2019 . Actualizado a las 16:52 h.

Jean-Pierre Sauvage (París, 1944) visita Santiago invitado por el programa ConCiencia de la USC y del Consorcio de Santiago, con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología. El Premio Nobel de Química, que compartió dicho galardón en el año 2016 con J. Fraser Stoddart y Ben Feringa, fue reconocido por sus trabajos sobre las máquinas moleculares, embrión de futuros nanorrobots. Hoy participará en una conferencia en el Auditorio Abanca de Santiago. No es la primera vez que el químico francés visita Compostela; lo hizo en el pasado de la mano del profesor de Química de la USC Luis Castedo, a quien mañana se rendirá homenaje en una reunión científica en la que participará también el investigador de la Universidad de Harvard Eric Jacobsen.

-¿Conoce el trabajo que se está haciendo con nanotecnología en la Universidade de Santiago?

-Estoy al tanto del trabajo que se hace en Química porque tengo un estrecho contacto con el departamento de Química Orgánica del catedrático José Luis Mascareñas, pero otras investigaciones en Galicia no las conozco, hay que tener en cuenta que la nanotecnología es un campo muy amplio. Estrictamente hablando, el trabajo que yo hago no es nanotecnología, es química supramolecular.

-¿No resultan poco operativas las fronteras entre química, física, matemáticas o biología tal y como avanza la ciencia?

-Eso es cierto. Hoy en día tienes que estar muy abierto a otras disciplinas y, en concreto, el campo de las máquinas moleculares surgió a raíz de estudios en biología. En biología se estudian moléculas muy complejas y fue una fuente de inspiración para los químicos. Por lo tanto, son campos que están muy relacionados.

-¿Son entonces cada vez más necesarios los grupos de investigación multidisciplinares?

-Sí, pero es más importante tener institutos multidisciplinares, institutos que combinan grupos en los que cada uno es experto en su campo, para inducir la interrelación entre esos grupos. La especialización sigue siendo primordial porque las técnicas requieren de un cierto grado de complejidad, pero es necesario encontrar un lenguaje común.

-Usted auguró que dentro de veinte años vamos a estar rodeados de robots. Con la nanorrobótica, ¿es posible que también el cuerpo humano lo invadan diminutos robots, máquinas moleculares que velen por nuestra salud?

-Para un científico que trabaja en ciencia básica es muy difícil predecir algo con una escala de tiempo concreta. Se pueden tener esperanzas, por supuesto, pero prometer no sería honesto.

-¿Llegará a fabricarse ese nanorrobot que se adivina a través de sus investigaciones?

-En los últimos veinte años aumentó la complejidad de las máquinas y hay grupos que hacen investigaciones muy sofisticadas que intentan casi imitar a las máquinas biológicas. En los estudios más avanzados casi se logró hacer un ribosoma artificial, que es el responsable de la síntesis del ADN, una de las cuestiones más complejas en la biología, y hay investigadores que están a punto de conseguirlo.

«No creo que se puedan curar todas las enfermedades; las hay difíciles de entender»

Las expectativas que generan las moléculas artificiales son inmensas. Sauvage, de hecho, cree que se abre un campo muy interesantes para el procesado de información sustituyendo, tal vez, al silicio, que es muy eficiente pero que «está a punto de llegar al límite de su tamaño». Si bien su trabajo se enmarca en la ciencia básica, el químico defiende la importancia de su especialidad porque «la ciencia básica está en el origen de todo lo que mejora nuestra calidad de vida».

-¿Podemos llegar a curar todas las enfermedades del cuerpo? ¿Y las de la mente?

-No tengo claro que se puedan curar todas las enfermedades, algunas son incluso difíciles de entender. Son las enfermedades huérfanas, enfermedades raras. Y en cuanto a las enfermedades de la mente... la complejidad del cerebro es tal que lo veo imposible, al menos no en el próximo siglo.

-Hemos buscado el origen del mundo en el espacio, y quizás usted lo vea más cerca, en el interior de nosotros mismos.

-Los químicos siempre trabajamos a una escala muy pequeña, la molécula es muy pequeña. Un físico llamado Richard Feynman, también premio nobel, dijo que hay un montón de espacio en el fondo, y en cierto modo él fue un visionario porque eso es lo que ocurre hoy en día.

-¿Qué opina del anuncio de la manipulación genética de bebés?

-No es mi campo, es una opinión personal, pero creo que tocar el genoma humano es muy peligroso, excepto para cuestiones muy específicas y bien conocidas. Además, no me gustaría vivir rodeado de seres humanos que sean perfectos.