Comienzan las obras de mejora del Camino Portugués en Conxo, con un plazo de nueve meses

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

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Los trabajos empiezan por la reposición de servicios e incluyen la reforma de la plaza frente al monasterio

10 oct 2019 . Actualizado a las 21:14 h.

La plaza frente al monasterio de Santa María, ya denominada el pequeño Obradoiro, será la principal imagen de la reforma de la entrada del Camino Portugués en Santiago, pero esta intervención abarca un ámbito mucho más amplio para facilitar la movilidad en el acceso a la ciudad por esta ruta jacobea. Por esta parte menos vistosa pero no menos importante para la integración paisajística del Camino y la mejora de los servicios y del acceso peatonal, acaban de comenzar las obras promovidas por la Consellería de Infraestruturas. Su presupuesto es de más de 1,6 millones de euros y el plazo de ejecución, a cargo de Explotaciones Gallegas S.L, de nueve meses.

Los trabajos iniciales se centran en la renovación y reposición de servicios, fundamentalmente las redes de electricidad y saneamiento. En este ámbito de Conxo de Abaixo, las obras persiguen la reordenación del itinerario del Camino, mejorando la movilidad peatonal al dar prioridad a los peregrinos y vecinos sobre el tráfico rodado, para lo que se reducirá el tráfico de vehículos entre la glorieta de confluencia con la SC-20 hasta la calle de la Escurridía. La reforma de la sección de la calle Benéfica fijará un paso mínimo de tres metros para el tránsito de peatones, y la senda será dotada de arbolado. Desde la travesía de Torrente hasta la calle Escurridía, se mantendrá la sección y el pavimento existentes, aunque reparando las partes dañadas o que sean inadecuadas.

Respecto al pequeño Obradoiro de Conxo, la plaza del núcleo histórico donde se ubican el monasterio y el hospital, la intervención le dará un dimensión más humana, dotando al barrio de una zona de acogida y disfrute de peregrinos y vecinos. Será una plaza homogénea y continua, para lo cual se unificará el nivel de las dos entradas principales del monasterio, el de la iglesia y el del hospital psiquiátrico. Así, será un espacio público continuo, despejado, homogéneo y con la piedra como material dominante, que se extenderá hasta el centro social, la escuela infantil y el centro de salud, lo que permitirá realzar la fachada del monasterio. Se mantendrán los plátanos existentes y el cruceiro en su ubicación actual, pero se dotará mobiliario urbano y se reordenarán las plazas de carga y descarga y la parada del autobús.