Desde la tienda de ropa y complementos Cousalinda, que dio el salto el año pasado al casco histórico, Isabel Barreiro (más conocida como Curru) compartió no uno sino dos discursos en Instagram para justificar por qué en su negocio no cabe ningún viernes negro: «Ofende estar aquí todos os días, de sol a sol, como para que veñan só a mirar e a dicirnos que todo moi bonito pero van esperar ao Black Friday». Explica que ya hubo personas que le preguntaron si tendrían descuentos para pagar menos por los artículos que les gustaban y considera «unha ofensa» que, con todas las ofertas y promociones que tienen estos días (con los Bonos Corazón Compostela, los de la Xunta, el párking gratis...), se aspire a saldos especiales a mayores. «O único negro que imos conmemorar aquí é o 25N, que é o Día Internacional da Eliminación da Violencia contra a Muller», sentencia la comerciante.