Eliminar ventanas, la polémica solución de eficiencia energética para el colegio de Calo
TEO

La Anpa A Rabadela criticó la medida y presentó una queja ante el Valedor do Pobo mientras la Xunta dice que cambió el proyecto a petición del colegio de Teo
02 ago 2025 . Actualizado a las 20:06 h.El colegio de infantil y primaria A Igrexa de Calo (Teo) ha cumplido 50 años en plena reforma para mejorar la eficiencia energética y dotarlo de nueva iluminación, un proyecto muy demandado por la comunidad educativa que también reclama, en este caso sin éxito, un ascensor para eliminar barreras arquitectónicas. La intervención en el CEIP de Calo ha supuesto para la Asociación de nais e pais A Rabadela un jarro de agua fría al constatar que una de las soluciones adoptadas ha sido tapiar parte de los amplios ventanales de las aulas.
La asociación tuvo conocimiento de la naturaleza de las obras cuando estas ya estaban en plena ejecución. Varias familias dieron la voz de alarma cuando acudieron al centro a presentar distinta documentación y vieron que numerosas ventanas de los edificios de tres plantas que conforman este centro educativo estaban tapiadas.
Al tener conocimiento de estos hechos, A Rabadela reclamó información sobre el proyecto, unos datos que, afirma la Anpa, no les habían facilitado anteriormente pese a haberlos pedido. Tras analizar la memoria, pudieron comprobar como consta expresamente esta supresión de ventanales, planteada como una medida de «optimización de espacios y costos» con el argumento de que «el tapiado de ventanas en ciertas aulas se identifica como una medida para reducir costos en la intervención y mejorar la eficiencia térmica al disminuir las superficies expuestas a pérdidas de calor».
El colectivo presentó una queja en la oficina del Valedor do Pobo en la que expresa su «profunda preocupación e desacordo» con esta solución técnica y afirma que «esta modificación, lonxe de mellorar as condicións do edificio, diminúe de maneira considerable a entrada de luz natural nas aulas, xerando un ambiente máis escuro e menos saudable para o alumnado». «A luz natural é un factor fundamental no benestar físico e emocional do alumnado, así como no rendemento académico. Estudos pedagóxicos e científicos avalan a importancia da iluminación natural nos espazos educativos para fomentar a concentración, reducir a fatiga visual e mellorar o estado de ánimo», añade, además de reclamar que la Consellería de Educación reconsidere esta decisión técnica.
La Anpa también solicitó apoyo al Concello, lo que motivó que la alcaldesa, Lucía Calvo (PP), reclamase información a la Consellería de Educación al respecto. Y este departamento autonómico le confirmó que la decisión de cerrar parte de las ventanas del colegio la había planteado el propio centro educativo, ya que esta medida no estaban recogida inicialmente en el proyecto.
A este respecto, Educación señala también que, dada la configuración de las aulas, estas tenían demasiada iluminación y poco espacio para apoyar mobiliario y enseres. Y ante la petición recibida, la Consellería confirma que los servicios técnicos de la obra analizaron la solicitud, aceptada e incorporada tras verificar que las aulas cumplían con la normativa de iluminación y ventilación. La Xunta también afirma que esta misma solución ya se aplicó en el colegio teense de A Ramallosa.
Las quejas de la Asociación de nais e pais A Rabadela y las características del proyecto de reforma del colegio de Calo formaron parte del último debate plenario de Teo, celebrado el pasado miércoles. Esta problemática la planteó la portavoz socialista, Maite Argibay, en el turno de ruegos y preguntas, haciéndose así eco de las demandas de las familias. La alcaldesa le confirmó sus contactos con A Rabadela y con la Consellería de Educación, informando a la edila socialista de que días atrás había trasladado a la Anpa la respuesta que recibió de la Xunta explicando que la anulación de varias ventanas fue solicitada por el centro y que Educación modificó el proyecto para incluir este tapiado. Maite Argibay afirmó que ni la asociación de padres y madres del colegio ni el profesorado que imparte clases en las aulas afectadas apoyaban la medida, que habría planteado la dirección del citado centro escolar.