«Son nenos que teñen un diagnóstico que non cura a idade»

Natalia Rodríguez Noguerol
n. noguerol MELIDE / LA VOZ

TOQUES

Cedida

Piden ampliar la Atención Temprana en Melide, Arzúa, Toques y Santiso

03 dic 2023 . Actualizado a las 05:05 h.

El Servicio de Atención Temprana (SAT) que, en agosto del año pasado, se puso en marcha para los municipios de Melide, Arzúa, Toques, Santiso y Vilasantar supuso un antes y un después para 54 niñas y niños con necesidades educativas especiales. También para sus familias. Hasta entonces, para que sus hijos tuviesen la atención personalizada que reciben, de manera gratuita, de la terapeuta ocupacional, la psicóloga y la logopeda que atienden el servicio, los progenitores recurrían a especialistas de pago. Y en esa situación volverán a verse cuando los menores cumplan 6 años, que es la edad máxima establecida para poder hacer uso de un servicio que ofrece la Consellería de Política Social.

A ese departamento autonómico se dirigieron formalmente las familias del SAT de Toques —fue en ese concello donde se centralizó el servicio— para trasladar la problemática, y para pedir que se amplíe el rango de edad para la prestación. La demanda es mucho más que una cuestión económica. «Son nenos cun diagnóstico; a idade non cura os trastornos que dificultan a súa plena autonomía», afirma una madre para explicar que a medida que cumplen años, «as necesidades que teñen de apoio son maiores, porque se integran con nenos que non teñen os seus problemas e séntense inferiores». En el escrito trasladado a la Xunta, las familias inciden en el «elevado custo emocional» de tener que prescindir del servicio, «sobre todo para os nenos, que se ven separados do seu entorno para tratar as dificultades que os fan diferentes».

Insisten, así, en la importancia de que los menores reciban atención en un entorno de proximidad, que «axuda para tan particulares e delicadas problemáticas», apuntan en alusión a dificultades en el habla, el lenguaje y la audición, a trastornos vinculados con la salud mental y emocional, y a síndromes que dificultan el pleno desarrollo. La única alternativa al Servicio de Atención Temperá pasa por desplazarse, varias veces por semana, a las ciudades para que los menores reciban terapia a través de servicios privados que, además, no están al alcance de todo el mundo por su «elevado custo económico». Y cumplidos los 6 años, muchos niños con necesidades educativas especiales «seguen precisando intervencións, terapias, apoios, e axudas especializadas que ningún colexio, nin ningunha familia poden cubrir por si mesmos», apuntan. Y plantean una reflexión a la hora de reivindicar una ampliación del límite de edad para recibir el servicio público de atención temprana: «ninguén entendería que un paciente deixase de recibir, por exemplo, unha sesión de quimioterapia ou un tratamento de medicación oral contra as arritmias por cumprir sesenta anos».

Las familias del SAT de Toques, con una campaña en redes para que cualquier ciudadano en igual situación se sume a la causa, sostienen que su demanda no solo beneficiaría a los actuales usuarios de Melide, Arzúa, Santiso y Vilasantar. Tras establecer una red de contacto con familias con hijos que necesitan atención especializada, «puidemos constatar que a continuidade do servizo máis aló da franxa de 6 anos beneficiaría a moitos nenos da zona que actualmente se desprazan ás cidades para seren atendidos en centros privados».