Un maestro destilador, criado entre alambiques, muestra en Vedra los entresijos del oficio tradicional

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

VEDRA

Albela, en su destilería acristalada de Vedra, sumergida en medio de la naturaleza.
Albela, en su destilería acristalada de Vedra, sumergida en medio de la naturaleza. CEDIDA

Pepe Albela cumple su sueño al abrir tres centros artesanales donde ofrece experiencias de enoturismo «únicas y personalizadas»

18 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Pepe Albela nació en una tierra de vinos y con un arraigo especial a la producción de aguardientes. Criado ente alambiques, aprendió el oficio de la destilación tradicional de su abuelo paterno José y su abuela materna Lolita. Su padre fue el primero en aprovechar esos conocimientos y creó la primera destilería industrial de la comarca del Ulla. Sin perder de vista ese saber popular transmitido de generación en generación, Pepe comenzó a ensayar nuevas fórmulas con productos 100 % gallegos y formó parte de la gestación de la ginebra Nordés en el 2012.

Once años más tarde, decidiría comenzar de cero un nuevo proyecto en solitario. Fruto de este sueño emprendedor, nacía a principios de año una nueva ginebra PA/311 (cuyo nombre une las iniciales del autor y el número de pruebas que hizo hasta dar con la fórmula definitiva). Y este verano ha soltado la artillería pesada, con la puesta en marcha en Sarandón de tres centros artesanales de ginebra, ron y whisky en Vedra en los que, además de crear con total libertad sus destilados más personales, muestra al público los entresijos del oficio tradicional.

Se trata de experiencias de enoturismo «únicas, personalizadas y didácticas donde buscamos que las personas que nos visiten se sientan como en su casa y puedan conocer de primera mano los secretos de la alquimia y la destilación tradicional», explica Pepe, quien se encargará él mismo de guiar las visitas. Durarán entre 90 y 120 minutos (hay distintas modalidades) y para participar es necesario reservar una cita.

La experiencia en la destilería de Pepe Albela comienza en el centro destinado a la ginebra, donde desvela todo el proceso de elaboración de PA/311. El maestro destilador espera producir en su propio jardín el 80 % de los botánicos que utiliza para ella en un plazo de 4 años, convencido de la importancia de las plantas que aromatizan y dan personalidad a la ginebra y en un empeño por caminar hacia la economía circular y controlar todo el proceso.

La segunda parada de las visitas es en la destilería de whisky, en donde se podrá catar el también un nuevo producto que prepara para salir al mercado y conocer cómo se hace y envejece. Por último, espera a los asistentes un espacio dedicado exclusivamente al ron, el cual incluye una exposición que recoge todos los documentos sobre esta bebida que trajo el bisabuelo de Pepe desde Cuba. Hace así un homenaje a sus antepasados «y, por supuesto, a la historia de la familia. Por ello, a partir de una selección de ron del Caribe, que yo mismo he elegido, invento esta bebida a través del envejecimiento en barrica y la crianza submarina», indica el responsable de unos centros artesanales sumergidos en medio de la naturaleza.