Lluvia de quejas sobre las aplicaciones para el móvil de los buses de Santiago: «Non son capaces de conectar ben cos vehículos novos»

Andrés Vázquez Martínez
Andrés Vázquez SANTIAGO

VIVIR SANTIAGO

Un autobús cargando pasajeros en la plaza de Galicia.
Un autobús cargando pasajeros en la plaza de Galicia. Sandra Alonso

Conductores y usuarios se hartan de la nula fiabilidad de este sistema, que deja tanto que desear como las pantallas informativas que hay en las paradas

27 oct 2023 . Actualizado a las 14:15 h.

El día a día en las paradas de autobús urbano de Santiago de Compostela lleva marcado desde hace un par de semanas por la lluvia. También hay prisas, carreras de último minuto para embarcar y… Desde hace unos meses, desconcierto total y usuarios que no pueden emplear este servicio público en condiciones. No es casualidad, pues tanto la aplicación móvil oficial del servicio de autobuses urbanos como las propias pantallas de información que hay en cada parada dan información que no se corresponde con la realidad en un elevadísimo número de ocasiones. Descargar sistemas alternativos no sirve de nada, pues todas padecen los mismos problemas.

Esta misma mañana, en la rúa de San Roque, por ejemplo, los problemas se sucedían. Miradas al móvil se alternaban con otras a la pantalla de la parada. Si las líneas 15 o 4 aparecían en hora y con normalidad, la línea 1 figuraba en las aplicaciones para diez minutos más tarde del momento en el que llegó. Exactamente lo mismo le ocurría al número 5, por lo que poco se tarda en descubrir que estos fenómenos son una constante, da igual que existan atascos o no.

Eso es precisamente porque no dependen de ellos para funcionar bien o mal, contra lo que a veces se cree. «As aplicacións, tanto a nosa de Maisbus como o resto, funcionan a través da sinal que lle envían os buses en tempo real», explica José Ramón Mosquera, gerente de Tussa, la empresa que dirige el transporte público compostelano. Hay autocares que no dan problemas, por una vez los viejos, mientras que otros reportan fallos al intentar conectarse con las aplicaciones y las pantallas, los nuevos, por paradójico que parezca. Justo esas unidades recientemente incorporadas están más presentes en líneas como la 1, la 5 o la 6, las que más demanda tienen y las que más desesperan a los usuarios.

«Non é cousa dos autobuses, é cousa da app —puntualiza Mosquera—, que leva traballando co mesmo sistema de xestión dende o 2010 e queda desactualizado para os novos vehículos». Están trabajando en parches para solucionar de manera temporal el problema, pero hasta que el nuevo contrato del transporte público no se establezca por completo en las calles no habrá posibilidad de desarrollar una nueva aplicación, que sí sea lo suficientemente moderna como para estar en total sintonía con los nuevos autocares.

El problema, concretamente, es que el programa pierde la conexión con los vehículos durante unos segundos, el tiempo suficiente para que deje de reconocerlos y en la app desaparezcan. «Por poñer un exemplo: queremos coller a liña 1 e vemos que vai chegar á parada de San Roque en dez minutos, pero cando faltan oito o sistema deixa de recibir durante cinco segundos a súa sinal. Automaticamente, a aplicación saltará á seguinte unidade co número 1, esquecéndose da que vai chegar antes, e pasará a sinalar que o 1 está a vinte minutos cando quizais está xa frenando para deterse na parada».

Usuarios consultan sus teléfonos móviles en la parada de la plaza de Galicia.
Usuarios consultan sus teléfonos móviles en la parada de la plaza de Galicia. Sandra Alonso

Los chóferes piden celeridad

Quienes a diario ponen la cara por la sociedad municipal de transportes ante los usuarios son los conductores de los autobuses. En su presentación, formando parte del comité de empresa, Maica Dono advierte que no están dispuestos a esperar «ata dous anos» por la llegada del nuevo contrato de los autobuses. Es por ello que pide que esos parches que solucionen la actividad de la aplicación lleguen cuanto antes, «xa que somos nós os que teñen que darlles explicacións aos cidadáns e os primeiros que recibimos os seus enfados, que están totalmente xustificados, por certo».

«Ata nós empregamos esas apps, mesmo para saber como imos dentro do horario que temos marcado», comenta la conductora. En ese sentido, el de los horarios, el comité de empresa reclama también cambios antes de que el nuevo modelo se aplique. Lamentan que los tiempos actuales «foron fixados hai trinta anos, cando os límites de velocidade estaban bastantes máis altos e as liñas eran máis curtas». De esa manera, señala Dono, «é imposible chegar a tempo ás paradas, acumulando retrasos e rematando os turnos abafados».

Esta situación les hace reclamar para cuanto antes la llegada de horarios que se ajusten a la realidad, «de xeito que non teñamos que sentirnos cumplables por deternos nun bar a tomar un café rápido para poder ir ao baño cando menos un par de veces en oito horas que dura o turno».