El estudio de arquitectura de Santiago que encadena reconocimientos por obras como una casa de Teo de consumo casi nulo
VIVIR SANTIAGO

La firma Arrokabe, de los hermanos Óscar e Iván Andrés, ganó con esa vivienda un accésit en los premios Arquitectura en Madera. Con otra casa levantada en la falda del Monte Pindo optan, por partida doble, a los premios Hispalyt
07 mar 2024 . Actualizado a las 09:17 h.Arrokabe Arquitectos, el estudio que gestionan desde la rúa de San Pedro de Santiago los hermanos Óscar e Iván Andrés, arranca marzo con buenas noticias. El pasado jueves se hizo público que Casa Panchés, una vivienda que el estudio levantó para unos vecinos de Santiago en la falda del Monte Pindo, en el concello de Carnota, había sido nombrada finalista en los en los premios Hispalyt-teja por partida doble, en la categoría de obra nueva y en la de sostenibilidad, unos galardones que aún se resolverán el 31 de mayo.
Ese mismo día, tan solo unas pocas horas después, ambos hermanos -de origen vasco, pero asentados en Santiago desde hace, al menos, 15 años- conocían que otra de sus construcciones, la Casa Regoufe, situada en el lugar de Regoufe, en Teo, había logrado un accésit en los Premios Amad de Arquitectura en Madera, en la categoría de obra nueva, «por su riqueza, variedad y detalle de soluciones en madera».
«Estamos muy contentos, sobre todo al ver que desde fuera también se valoran nuestros proyectos. Ambos eran viviendas singulares, que nos gustaban mucho. Saber que resultan reconocidos siendo la primera vez que los presentamos a unos premios -en ambos casos aún les habíamos hecho las fotos de proyecto hace poco- te anima y te ilusiona, sabiendo sobre todo que en los jurados hay personas que respetamos mucho y que los ganadores son obras mucho mayores. Nuestras dos viviendas son de menor escala. Se levantaron para sendas familias», señala Iván Andrés, repasando ambas.
«Casa Regoufe es una vivienda de uso habitual para una pareja y sus tres hijos. Una familia que hace vida en el rural y, al igual que mucha de nuestra clientela, llegó al estudio por nuestras convicciones tanto con la sostenibilidad como con el uso de la madera, que, en este caso, aunque prevalece no es el único material empleado. En ella se combinaron varios y se hicieron guiños a diferentes estilos, sin prescindir de las referencias claras a la arquitectura tradicional», explica Iván Andrés, poniendo el foco también en su «consumo casi nulo».
«La vivienda se configura como una respuesta al clima de la zona, con el uso de una gran superficie de espacios exteriores protegidos tanto de la lluvia como de los los vientos dominantes, suroeste y nordés, atendiendo a la orientación y protección de sus acristalamientos para obtener una alta ganancia solar durante los meses más fríos y un sombreamiento en los calurosos. La mayoría de los huecos se orientan hacia el sur-sureste y se complementan, en el exterior con elementos de protección, como un gran alero en cubierta o un emparrado bajo la marquesina de vidrio. Durante el invierno, la parra la protege», subraya.
«La casa reproduce la tipología repetida en ese núcleo de Teo donde, para llegar a ella, es necesario atravesar zonas de servicio, como porquerizas o almacenes, que resuelven la transición desde el espacio público. Su altura y posición elevada permite que su presencia domine la parcela», afianza con orgullo.
Casa Panchés, en la falda del monte Pindo

«El otro proyecto premiado, Casa Panchés, nos lo encargaron una familia nacida en Santiago. Se realizó en una parcela, situada en la falda del monte Pindo, en una zona de fuente pendiente y en un territorio que se asienta en el límite del núcleo construido, con unas vistas panorámicas al mar», remarca Iván Andrés.
«Las dos fachadas que se abren al mar (suroeste y noroeste) se reservan para el porche-balcón y para el comedor-estar, enmarcando un hueco las vistas al cabo de Fisterra. El porche, amparado del nordés por el resto de la vivienda, cuenta con una contraventana corredera que le permite resguardarse del suroeste, y de los temporales. Otra contraventana resuelta por el exterior protege la zona del sol de última hora durante el verano. El dormitorio de planta alta mira al monte Pindo», cita el arquitecto.
«Para el revestimiento exterior se usó madera termotratada de pino, sin ningún tipo de acabado, promoviendo su agrisamiento como respuesta a las condiciones climáticas que, junto a la pequeña escala de la edificación, ayuda a la integración en su entorno caracterizado por la presencia constante de la piedra granítica», remarca feliz Iván.
«Ambos reconocimientos te impulsan a seguir y te reconfortan al ver que las ideas en las que nosotros tanto insistimos también se valoran», incide.