¿Qué está pasando con las salas de fiesta para que cada vez se movilicen desde Santiago más estudiantes?

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Imagen de archivo de una multitud de personas congregadas en una fiesta.
Imagen de archivo de una multitud de personas congregadas en una fiesta. Germán Lama / Europa Press

La sala Chanteclair es la sede de varias fiestas universitarias que se organizan durante el curso

26 oct 2024 . Actualizado a las 13:09 h.

Y tú, ¿recuerdas esos viajes en autobús los viernes y los sábados a la noche para llegar a la sala de fiesta más cercana? El hábito, permeable entre generaciones, lo repiten cada fin de semana los jóvenes de Santiago a los que las discotecas del Ensanche y de la zona vieja ya se les quedan pequeñas. Situadas en las afueras, el aforo es mayor y la experiencia es distinta. Dona Dana, en Touro, ya pone la vista en la fecha de su próxima apertura, programada para mediados de noviembre. Mientras, Chanteclair, en Pontecesures, ultima los detalles para la celebración del Halloween, con especial atención al público universitario. Aunque por proximidad siempre han sido una opción más que notable, en las calles de Compostela está más presente el nombre de estos espacios: «Sí, es cierto que cada vez hay más gente de Santiago que sale por aquí». 

Lo confirma José Villanueva, parte de Chanteclair. Piensa que, por la proximidad —la distancia que separa ambos puntos por carretera es de veinte minutos—, la capital siempre ha sido un punto fuerte para atraer público a la sala. Eso sí, ahora notan «un pequeño repunte». Prueba de ellos son las imágenes que hace poco más de una semana se viralizaban en las redes. Desde las ocho de la tarde de un lunes, una enorme cola —de más de 120 metros— llamaba la atención a muchos vecinos del Ensanche. Bajaba desde la calle República Arxentina, giraba y avanzaba por la rúa Ramón Cabanillas hasta llegar a Matrix, el pub que se ha convertido en un referente para las previas en Compostela. Eran jóvenes que buscaban una entrada para la que ya se anuncia como la mayor fiesta universitaria de Halloween de Galicia, organizada por @salseo_usc en Chanteclair. «Pensábamos que íbamos a tener repercusión, pero vender un lunes, a falta de 16 días para que se celebre, 2.100 entradas es una locura», contaba el organizador.

Desde finales del curso pasado, la sala se ha convertido en sede de varias fiestas universitarias. «Llevábamos años queriendo hacer festivales para este público», explica José Villanueva. Piensa que los jóvenes, cada vez que salen, son más exigentes. Después de la pandemia decidieron hacer menos eventos pero, en sus propias palabras, «de mayor calidad». Organizan un par de ellos al mes y, aunque la juventud es a quien más buscan, cada fiesta está pensada para un tipo de público. «En este cambio también influye el aumento de los grandes festivales que se celebran en verano. Nos reinventamos acompañando a los artistas y a la variedad musical de unas temáticas y escenografías acordes a los tiempos», asegura. 

 Así, las pantallas, las luces y los visuales son un sello más de Chanteclair. «Hacer una fiesta en Santiago está muy bien, pero termina siendo siempre lo mismo. En este caso, permite muchas cosas. Por ejemplo, hay pantallas para hacer animación y, al ser más personas, tienes más margen de inversión», explicaban a La Voz los organizadores con motivo de la anterior macrofiesta universitaria. A mayores está el aforo, unas 3.000 personas que sería impensable meter en cualquier local de la ciudad: «Es una discoteca mucho más grande en comparación a las que hay aquí, que no hay nada así. Como mucho llegan a 500 o 700 personas, que no es ni la mitad de la capacidad a la que puede llegar Chanteclair». Ahora, con la ruta trazada, ya solo queda subirse al bus la noche de Halloween y divertirse.