Manu Tenorio se gana el «carné de picheleiro» gracias a Ortiga y a Pili Pampín: «Al final me voy a terminar empadronando»
VIVIR SANTIAGO

El músico compostelano se convierte en anfitrión del sevillano en el programa «A miña gran cidade». En vez de enseñarle la Catedral, lo lleva a O Bochinche y a la tienda de música Estudio 54
28 may 2025 . Actualizado a las 17:58 h.Una sola visita a Santiago le ha bastado a Manu Tenorio para ganarse el carné de picheleiro. Tiene el beneplácito de Ortiga, músico que lleva Compostela por bandera. Ha sido su particular guía turístico en A miña gran cidade, programa en el que un famoso autóctono le descubre los encantos de su casa a uno foráneo. A simple vista, el tándem es arriesgado. Poco tienen que ver las baladas de Tenorio con las cumbias y con la personalidad vacilona de Ortiga, pero una inesperada hermandad surge entre esta dupla de artistas. Haciendo de las suyas está Pili Pampín, que logra que el sevillano versione una de las versiones, valga la redundancia, del álbum que tiene compartido con el compostelano, Ortiga e Pili Pampín: «O galo cando canta é día...».
En el episodio, que se emitirá esta noche, Ortiga traza una ruta jamás vista en las guías turísticas. Nada de Catedral ni de bares en la Rúa do Franco. Él lleva a Tenorio a uno de sus restaurantes preferidos, O Bochinche, el la Rúa de San Pedro, y también a la mítica tienda de música Estudio 54. Ahí es atendido por Pili Pampín, convertida en una peculiar dependienta con la que se atreve a cantar unas estrofas de la canción O galo. Entre cuncas de vino y raciones de fabada que pide para llevar en un tupper, surge una hermandad «de morte». La nueva amistad no puede quedar en una simple visita y Tenorio bromea con que algún día se tienen que animar a hacer un dueto, algo a lo que Ortiga le responde con una rotunda afirmación: «E dos bos, eh!».
«Ao final vou terminar empadronándome aquí», sentencia el sevillano. La decisión tiene el visto bueno del compostelano, que le promete un «carné de picheleiro». En los exteriores de la Praza de Abastos se sacan fotos ante la atenta mirada de los vecinos, que se sorprenden al ver a un artista como Manu Tenorio tan integrado en el ecosistema santiagués. En el programa de la TVG el famoso gallego cuenta con 24 horas para convencer a su invitado de que su ciudad es el destino perfecto por descubrir, partiendo, eso sí, de la limitación temporal de una hora en la que tendrán que hacer las experiencias previstas para sorprender al visitante. Esta misma noche decidirá si el encanto de Santiago le hará quedarse en la ciudad o si volverá a su casa en Sevilla.
No es la primera vez que A miña gran cidade enseña Compostela. En abril era la actriz María Mera la que le enseñaba los secretos del casco histórico a Alessandro Lequio. El conde Lequio, quien defendió su querencia por la historia, puso ya de inicio en valor el empedrado del casco histórico compostelano. «¿Las piedras siguen siendo las mismas o las van cambiando?», preguntó por sorpresa el colaborador televisivo.