Los alumnos gallegos, que pringuen

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas CRÓNICAS CORUÑESAS

SELECTIVIDAD

CESAR QUIAN

Si te ha tocado vivir en Coruña, por ejemplo, eres ese estudiante pringado que si quiere acceder, pongamos, a Medicina, no va a tener el camino allanado, sino todo lo contrario

05 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

¡Ay, la selectividad! Cada año nos trae un disgusto. No hay junio sin que se eleve la tensión. Todos estamos marcados por ese examen que no acaba de encajar en un modelo justo. Cuando no es Matemáticas, es Biología, cuando no es Física, es Inglés. Pero cada año hay algo que se resquebraja y que hace saltar del asiento a los chavales. Esta vez ha sido la prueba de Biología, que ha llevado a los profesores de bachillerato de Galicia a levantarse en armas por un examen de dificultad máxima. ¡Qué necesidad! Pero ahí están los chicos y chicas gallegos intentando superar una barrera que no existe en otras comunidades. Si te ha tocado vivir en Coruña, por ejemplo, eres ese estudiante pringado que si quiere acceder, pongamos, a Medicina, no va a tener el camino allanado, sino todo lo contrario. En cambio, si te ha tocado nacer en Murcia, tu examen de selectividad puede ser un paseo que te lleve a conseguir sin apenas esfuerzo una notaza para entrar sin problema en la misma carrera. Y así estamos, incómodos, en un modelo que no acaba de satisfacer a nadie, pero mucho menos a los chavales que hoy acaban la selectividad y se están jugando su futuro en unas décimas. Si te ha tocado hacer la PAU en Coruña o en alguna otra parte de Galicia y has tenido que hacer ese examen imposible de Biología, es lógico que hoy te tires de los pelos. Es normal que eches pestes contra aquellos que te lo están poniendo crudo para que consigas la nota media para acceder a la profesión que tú deseas. Es cierto. Quienes han configurado el examen de Biología te han marcado un destino y tu puesto te lo habrá quitado un tipo nacido en la otra punta de España porque en Galicia algunos se han querido marcar el tanto de la dificultad. ¿Es responsable? Yo creo que no. La selectividad pide a gritos que alguien le dé la vuelta.