Aunque pueda resultar redundante, Pequeniños es una tienda pequeniña. Pero en ese reducido hueco, Guiseppina y Luz se mueven como peces en el agua. Siempre sonrientes, inician la temporada estival, la de las ceremonias, y se preparan para septiembre. «El mes de los uniformes», sentencia Giuseppina, la dueña.
-¿Cuál es la clave de su éxito?
-Nosotros nos mantenemos fieles a las líneas clásicas. Lo importante es ofrecer un producto que le guste al cliente, poner márgenes decentes y ser amable. Y eso es fácil cuando trabajas a gusto. Y por supuesto, que trabajamos marcas nacionales.
-Venden una marca de zapatos que popularizó la infanta Leonor... ¿Las infantas marcan tendencias?
-Sí, muchísimo. Si las infantas salen en una revista con un vestido o un carrito, enseguida viene gente pidiendo un trajecito igual... Las infantas y las series de televisión acaban marcando tendencia. Cuando en Aquí no hay quien viva pusieron de moda la matrix...
-¿Notan la competencia de franquicias que venden ropa más barata?
-Yo creo que es otro tipo de público, o quizás para otro tipo de necesidades. Nosotros somos fieles a lo clásico.
-¿Y la crisis?
-De momento, como estamos en época de comuniones y ceremonias, no mucho. Pero sí es cierto que los proveedores se quejan. Creo que los gobiernos, tanto los locales como los centrales, deberían hacer algo para apoyar al pequeño comercio.