La actriz sale prácticamente en cada uno de los planos de «Dime quién soy», la serie de Movistar que recorre, a lo largo de medio siglo, la vida de su protagonista, la valiente Amelia Garayoa
01 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Después de 4.600 planos, Irene Escolar (Madrid, 31 años) finalizó el rodaje de Dime quién soy, la adaptación de la novela homónima de Julia Navarro, que Movistar estrenará este año en 9 capítulos de 50 minutos. En la serie, la actriz se mete en la piel de Amelia Garayoa en esta historia que cuenta cincuenta años de su vida.
-¿Cómo ha vivido el rodaje?
-Ha sido un viaje apasionante, intenso y duro en muchos momentos. En él he podido aprender, crecer y disfrutar como creo que no había podido hacer hasta ahora. Es cierto que es una oportunidad excepcional, en el sentido de que la serie cuenta los cincuenta años de la vida de una mujer, que es mi personaje, y he tenido la suerte de ir a rodar todos los días, prácticamente todas las secuencias. Creo que solo he faltado a tres días de rodaje, así que la experiencia que se ha prolongado a lo largo de ocho meses en Budapest y en España ha sido la mejor oportunidad que he tenido hasta ahora. Y creo que es muy difícil que vuelva a tener otra así, porque ha sido como si hubiera hecho tres películas de protagonista. Mi valoración es muy positiva y tengo muchas ganas de ver todo montado y cómo le llega al espectador.
-¿Cómo es ese personaje presente en casi todas las secuencias?
-Para quien no haya leído el libro, cuenta la vida de una mujer que empieza a los 18 años en la España de 1933, y que por un suceso importante, acaba viajando a Buenos Aires, donde su existencia da un giro que va a determinar el resto de su vida. Todo está contextualizado en un momento histórico bastante potente, porque acaba en Moscú viviendo las purgas estalinistas, se convierte en espía del servicio secreto británico. Todo hace que sea un bonito viaje
-¿Había leído la novela?
-¡Por supuesto! Varias veces. Esto es una adaptación a una serie de televisión, y el lenguaje es diferente y hay cosas que se han tenido que readaptar para este medio, pero la esencia de la historia y del personaje están en la novela. Incluso cuando Julia me la mandó hace mucho tiempo, antes de que este proyecto se hiciera realidad, yo ya me la había leído.
-¿Ha sido muy complicado adaptarla?
-Siempre es difícil hacer una adaptación de un libro o una novela que además ha tenido tanto éxito en muchas partes del mundo. Es difícil porque nunca vas a llegar a lo que ocurre en tu imaginación cuando lees. Entonces, y como es muy diferente para cada persona, no creo que pueda satisfacer las expectativas de todo el mundo, pero nosotros hemos intentado seguir nuestra intuición de lo que había más allá de los hechos concretos que le ocurren en su vida, e intentar encontrar el alma de este personaje, para que la gente se enganche.
-Están presentes muchos momentos históricos. ¿En qué género enmarcaría esta ficción?
-No son una novela o una serie históricas para nada. Es difícil de definir, porque no hay un género concreto. Manejamos thriller, drama. y luego también de alguna manera hay algo biográfico. Aunque sí es verdad que hay episodios históricos que ocurrieron en el siglo XX y que ella vive a lo largo de 50 años. La Guerra Civil, la Segunda Guerra Mundial, la caída del muro de Berlín. Estos momentos están presentes como lo estuvieron en las personas que los vivieron. Más allá de la parte histórica, yo creo que la gente se puede identificar con una vida llena de dolor, pero también de alegría, y de oportunidades. Creo que ella tiene una gran contradicción: busca saber quién es, como dice el título, y eso está en todos nosotros.
-Usted ha aparecido mucho más en cine que en televisión. ¿Se debe a algún motivo?
-La verdad es que no. Me encanta rodar, el cine, la televisión. y soy una gran consumidora de ambos formatos. Supongo que hay veces que las cosas tienen que suceder así. Seguramente, este proyecto me estaba esperando. Protagonizar una serie así es algo único, por la dimensión que comentaba antes. Entonces, creo que todo este tiempo que he estado como esperando a ver si llegaba alguna oportunidad que me motivara había que esperarlo. A veces es mejor decir que no a algunas cosas y esperar a ver si llega la propuesta adecuada.