La propuesta de Ryan Murphy es un estomagante cuento de hadas que tiene mucho que ver con su universo «Glee» encantado de conocerse
08 jun 2020 . Actualizado a las 14:00 h.De entre las versatilidades del show-runner bifronte Ryan Murphy son memorables la excepcional Feud -con Joan Crawford y Bette Davis en el rodaje de ¿Qué fue de Baby Jane?- y el universo celebrity y macabro de El asesinato de Gianni Versace. Por eso apetecía esta edad de oro de los estudios de Hollywood. Apetecía hasta que ves que la cara que nos reserva el Jano llamado Ryan Murphy es la del creador trucho y gominola. Su propuesta, tan enojosa, se reivindica como estomagante cuento de hadas que tiene mucho que ver con su universo Glee encantado de conocerse.
Acostumbrados a las ucronías apocalípticas, Murphy juega la baza de la rareza en su mutación del pasado en universo paralelo rebosante de positividades. Así, este Hollywood de la posguerra deviene mundo feliz donde las mujeres presiden un gran estudio, las actrices negras o chinas copan la alfombra roja y las parejas homosexuales se declaran su amor mientras recogen un Óscar. Una oda fútil contra la segregación. Y una descompensada estructura que comienza por parasitar elementos del gossip algo sórdido de la Babilonia de gasolinera con chaperos para famosos del Servicio completo de Scottie Bowers, las orgías con soldadesca en la piscina de George Cukor o una Tallullah Bankhead como cómico fantoche pansexual. Para luego delatar que ese Hollywood malote es mera solapa de una insufrible sobreexposición al buenrollismo empoderado. Y tú añoras aquel Hollywood caníbal de Horace McCoy, Nathanael West o James Ellroy mientras te venden un chirriante festival mundovisión.
La prueba de cómo este souflé es cuento tan antipático: cuando en esa ucronía bondadosa se cree que un Rock Hudson orgulloso y fuera del armario en el 1948, año I de la era McCarthy, posee la fuerza revolucionaria y exultante de la apoteósica resurrección de Sharon Tate. Y tú no haces otra cosa que extrañar a Tarantino y a los cautivos del mal.