Atracos sin violencia y pistolas en situaciones humorísticas aligeran la precuela dedicada al personaje que interpreta Pedro Alonso y que se estrenará en noviembre
17 jun 2023 . Actualizado a las 08:33 h.La casa de papel ha sido uno de los mayores éxitos mundiales de Netflix y su precuela, Berlín, aspira a repetirlo recuperando a uno de los personajes más emblemáticos de su famosa banda de atracadores. En diciembre del 2023 llegarán a la plataforma los ocho episodios de una historia que retoma las aventuras del personaje interpretado por Pedro Alonso.
En la nueva ficción creada por Álex Pina y Esther Martínez Lobato, Berlín es el líder de una banda anterior a la que ya todo el mundo conoce. Con ella emprenderá un atraco en París.
Pero el tono es ahora muy diferente, ya que lo que predomina es la comedia. «Cuando arrancamos todo el proceso de escritura buscábamos tener más luz y sobre todo pasárnoslo bien», explicó ayer Álex Pina, según recoge Efe. Afirma que ahora es «mucho más luminosa, pero sobre todo vital, lúdica». En la nueva serie se abandona la atmósfera «más sórdida», «con más violencia» y «con más niveles de angustia» del original.
Solo existen cuatro momentos en los que los personajes emplean pistolas y estas «se usan para hacer comedia». La acción recae en atracos sin violencia «al estilo de David Copperfield».
Frente al carácter «tenso, peligroso, con más plutonio» del Berlín original, afirmó Pedro Alonso que el personaje sigue siendo un seductor, pero es ahora un «canto a la alegría de vivir».
Estará acompañado por una nueva banda de atracadores encarnada por Michelle Jenner, Tristán Ulloa, Begoña Vargas, Julio Peña y Joel Sánchez. Sobre su personaje, Keila, Jenner reveló que es una «experta en ciberseguridad», pero una «inexperta en la vida real». Su inteligencia sumada a la vitalidad de Berlín serán claves en un plan de atraco.
Supervivientes de La casa de papel como las inspectoras Murillo y Sierra (Itziar Ituño y Najwa Nimri) se sumarán a la trama.
La serie se ha rodado en los estudios de Netflix en Madrid con escenas filmadas en plató virtual con exteriores capturados en París.