Medio siglo de la llegada a España de «Colombo», la serie inmortalizada por Peter Falk

Hèctor Mariñosa BARCELONA / EFE

PLATA O PLOMO

El actor imprimió un especial carácter al personaje que lo hizo inconfundible

16 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Ataviado con su perenne gabardina, camisa blanca, corbata oscura, la mirada estrábica, el pelo alborotado y un puro en la mano, el teniente Colombo desembarcó un 16 de diciembre de 1973 en Televisión Española, 50 años en los que, hasta hoy en día, se han ido reponiendo sus episodios en múltiples canales y plataformas.

Colombo se empezó a emitir en España en el espacio dominical Estrenos TV, donde se alternaban sus capítulos con los de otras series policíacas, como Kojak, McCloud, Banacek o McMillan y esposa, que si en su época también fueron muy populares, no pudieron seguir la estela del sabueso de Los Ángeles.

La longevidad del éxito de esta serie, de la que se rodaron 69 capítulos durante diez temporadas, siete de ellas en los años 70, y tres a finales de los 80, obedece sin duda al carácter que imprimió al personaje el actor Peter Falk, un antihéroe de pequeña estatura, ojo de cristal, aparente timidez y cierta torpeza.

Falk (1927-2011), que no fue el primer actor en el que se pensó para protagonizar la serie, leyó un guión que llegó a sus manos casualmente, le sedujo el personaje e insistió ante los productores para que le dieran el papel, una persistencia que finalmente dio sus frutos.

Peter Falk moldeó la personalidad del teniente Colombo a su medida, le inculcó muchas de sus características y hasta la sempiterna gabardina que llevaba en la serie era realmente suya, una prenda que había comprado unos años antes en una tienda de Nueva York para protegerse de un repentino aguacero.

Otro factor que ha hecho de Colombo una serie permanentemente popular ha sido el de disponer de unos guiones que, como el buen vino, han resistido el paso del tiempo y siguen cautivando a las audiencias.

Y es que los guiones de Colombo dieron la vuelta a la estructura narrativa policial, y así desde el primer momento el espectador era testigo directo de un elaborado «crimen perfecto» y conocedor de su autor, por lo que el interés de la trama recaía en comprobar cómo el policía aplicaba sus dotes deductivas sobre los «pequeños detalles» que no encajaban en el relato del asesino para, finalmente, desenmascararle.

«Solo una cosa más...»

Los crímenes que debe resolver el teniente Colombo se producen siempre en círculos de personas adineradas —empresarios, financieros, altos ejecutivos, artistas de éxito...— y en entornos de alto nivel, como mansiones, ranchos u hoteles, mientras los homicidas atienden al policía con aire altivo, desafiante y sarcástico, sabedores de su influencia social y seguros de que tienen una coartada «perfecta».

Por ello, Colombo inicia sus interrogatorios a los criminales —su olfato para detectarlos a primera vista es casi sobrenatural— disculpándose por tener que hacerles unas 'preguntas rutinarias' para un informe que debe entregar a sus superiores, y cuando parece que ya se ha dado por satisfecho y hace amago de irse, se vuelve para preguntar «solo una cosa más...».

Enlazando los nimios descuidos en la comisión del crimen, las ligeras contradicciones en las respuestas y diversas conjeturas que escapan a otros policías, Colombo va construyendo una hipótesis alternativa al relato de los asesinos, lo que inevitablemente lleva a su desmoronamiento, confesión y entrega pacífica, abrumados por la perspicacia de un agente desarmado de voz susurrante al que en un principio juzgaron como despistado e incompetente.

El misterio de su nombre

El teniente Colombo solo dejó un misterio sin resolver... el de su propio nombre, pues nunca lo mencionó en los 69 capítulos en los que apareció, como tampoco llegó a revelar el de su esposa, a la que aludía recurrentemente, pero sin que jamás llegara a aparecer en la pantalla.

Sobre esta cuestión, los colombófilos se dividen entre los que consideran que su nombre es Frank, pues así aparece en un carnet que el teniente muestra en algún capítulo al identificarse, imperceptible para el espectador pero que ha podido verse al ampliarse los fotogramas, y los que no lo consideran una prueba concluyente.

En este sentido, los negacionistas remiten a los creadores de la serie, Richard Levinson y William Link, que al ser preguntados directamente por ello, indicaron que nunca le dieron un nombre al personaje y que en ningún momento pensaron que se llegaría a hacer un zoom sobre un pequeño carné policial donde algún utilero había garabateado, probablemente al azar, Frank Colombo.

Por su papel en Colombo, Peter Falk ganó cuatro premios Emmy (1972, 1975, 1976 y 1990) y un Globo de Oro (1973), si bien llegó a estar nominado a estos galardones en otras catorce ocasiones.

Muchos actores famosos de la época encarnaron el papel del asesino, entre ellos Robert Vaughn, José Ferrer, Janet Leigh, Martin Landau, Leslie Nielsen, John Cassavetes, Ricardo Montalbán, Faye Dunaway, Johnny Cash, William Shatner o Roddy McDowall, mientras un joven y prometedor Steven Spielberg dirigió el primer capítulo.

¿Un nuevo Colombo interpretado por otro actor?

Desde hace años surgen noticias y rumores sobre la posibilidad de que el teniente Colombo vuelva a protagonizar nuevos capítulos o una película con un nuevo actor, e incluso se ha apuntado el nombre de Mark Ruffalo como posible intérprete, si bien el personaje está tan asociado a la figura de Peter Falk que siempre han surgido dudas sobre su aceptación por el público.

Claro que también parecía imposible sustituir a Sean Connery tras su éxito como primer James Bond y en la actualidad se busca al sexto actor que interprete al más famoso agente secreto del mundo, sin descartarse que la próxima vez el papel recaiga en una mujer.