La familia del vigués muerto tras el concierto de Karol G denunciará a su agresor

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El grupo de homicidios de la Policía Nacional está investigando los hechos

25 jul 2024 . Actualizado a las 23:31 h.

La familia de Juan Fernández, de 42 años, natural de Vigo y empleado de una entidad bancaria en Madrid, aseguró que denunciará al hombre que lo agredió en Madrid al salir del concierto de Karol G el martes por la noche, cerca del estadio Santiago Bernabéu. Fernández perdió la vida después de la agresión, porque se golpeó la cabeza contra el suelo. 

Según Europa Press, la familia considera que la videollamada que hizo Juan Fernández demuestra que no hubo «ningún forcejeo ni pelea». La confusión se produjo porque, al parecer, el hombre hizo una videollamada a su novia para mostrarle el ambiente que había en el exterior del concierto y cuatro chicas comenzaron a increparlo, pues creían que las estaba grabando a ellas sin su consentimiento. Después, un joven de 33 años se acercó y golpeó al hombre por detrás. Este cayó al suelo y se golpeó la cabeza. Lo atendieron en el lugar de los hechos (calle Padre Damián con Alberto Alcocer) y lo ingresaron de urgencia en el Hospital La Paz, pero falleció a primera hora de la tarde del miércoles.

El caso está siendo investigado por la Policía Nacional de Madrid, ya que al haber fallecido ha pasado de ser una agresión a convertirse en un posible homicidio. De hecho, el grupo policial especializado en estos delitos se ha hecho cargo de la investigación y ya ha tomado declaración a la novia del vigués. Esta confirmó que solo era una videollamada en la que Juan quería mostrarle cómo iban vestidos los seguidores de Karol G.

Según la familia, en el móvil queda acreditado cómo Juan se disculpa y trata de aclararles lo que había pasado a las chicas que lo increparon. 

La policía tomará declaración también a estas mujeres, así como a otros testigos de la agresión. También se va a practicar la autopsia al hombre, si bien todo apunta a que falleció a consecuencia del fuerte golpe en la cabeza. También se van a revisar las cámaras de seguridad de la zona. Después, la fiscalía deberá decidir si hay materia para un caso judicial por un posible homicidio, en alguna de sus variantes penales. En todo caso, la familia ha dejado claro que irá a los tribunales a pedir justicia.

A la espera de la autopsia, confían en las cámaras de seguridad de la zona y en los testigos presenciales, además de en la propia declaración de la novia de la víctima, capaz de identificar al grupo al permanecer la videollamada conectada durante la agresión. Precisamente este extremo demuestra para la familia que no fue «una discusión ni un malentendido», sino un ataque «superviolento, brutal y totalmente gratuito».