«El gran guerrero» reescribe la historia en Apple TV+

Borja Crespo MADRID / COLPISA

PLATA O PLOMO

EFE

Se antoja una de las series del verano, bien ambientada y condimentada. Momoa lidera una propuesta, bella y brutal, plagada de escenas de lucha

10 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La mera presencia de Jason Momoa, encabezando el reparto, ya es un buen reclamo en cualquier producción con empaque aparente. La historia del cine siempre ha contado con intérpretes cuya presencia física se come la pantalla, sin la necesidad de contar con grandes virtudes actorales, como es el caso de rostros clásicos del séptimo arte como John Wayne o el mismísimo Clint Eastwood. El que fuera Khal Drogo en Juego de tronos, un rol que dejó huella, a pesar de durar poco en la archifamosa historia, está presente en multitud de propuestas comerciales, sobre todo cine de acción y aledaños (Dune, Sweet Girl), siempre destacando por su mirada irónica y su poderosa estampa (atención en Amor carnal). A la espera de disfrutar con su encarnación de Lobo, el iconoclasta personaje de DC Comics —ojalá se cumplan los rumores —, el cuerpo tatuado y musculado de Aquaman, lidera con todas las consecuencias El gran guerrero, serie de Apple TV+ donde ejerce de protagonista, productor ejecutivo, coguionista y director en la sombra.

Un proyecto con potencial, cuidado visualmente, que puede alardear de presupuesto e intenciones. Momoa se ha dejado el alma como creador en El gran guerrero. El desgaste físico y emocional, como el propio artista cuenta a propósito de la serie, ha sido notable. Se ve en pantalla. Sin su presencia, la ficción, sin duda uno de los títulos del año, probablemente no existiría. Al igual que tampoco hubiera visto la luz sin el éxito de See, donde el último villano de Fast & Furious ya se dejaba la piel dando vida a un héroe a su pesar en un mundo futuro oscuro, donde el ser humano ha perdido el don de la vista, lo que no impide que se meta en conflictos bélicos para hacerse con el poder. Tres temporadas, disponibles también en Apple TV+, con algunas imágenes impactantes, duró esta curiosa distopía por capítulos, cuya buena acogida ha permitido impulsar el lanzamiento que nos ocupa, una miniserie de estreno ambiciosa, que ofrece espectáculo, además de un reseñable planteamiento histórico, a lo largo de nueve intensos episodios donde no faltan los enfrentamientos violentos, las traiciones y movimientos políticos en pos de la conquista de un territorio, las islas hawaianas en el siglo XVIII.

El gran guerrero ha debutado con fuerza en streaming y ha cosechado estimables críticas gracias a que el relato está contado desde la perspectiva indígena. Basada en hechos reales, es la historia de un hombre con principios, al que interpreta Momoa, acompañado por Luciane Buchanan, Cliff Curtis, Temuera Morrison, Mainei Kinimaka, James Udom y Moses Goods, con un reparto polinesio en un gran tanto por ciento. Durante el rodaje, en las propias islas, fue indispensable la colaboración de asesores autóctonos para respetar la autenticidad del vestuario, la arquitectura o los rituales. No hay ni un solo tatuaje que no haya sido revisado para que todo case con la época que se describe con detalle. La serie cuenta con llamativas y cruentas escenas de acción, con bellos paisajes y el amplio mar de fondo. Fusiona el drama con el retrato de un pasado convulso. Resulta vital la fidelidad cultural con la cual se narran los hechos, la búsqueda de la unificación de las islas hawaianas para superar el inminente enfrentamiento con la colonización occidental que todo lo arrasa.

Visión histórica

El gran guerrero ofrece otra visión de la historia. De entrada, hay diálogos rodados en la lengua nativa de Olelo Hawai'i. Se recrea la vida en Hawái en el siglo XVIII, cuando un jefe militar se obsesiona con unificar las islas, pero para ello emprende una guerra interna devastadora. En tierra de nadie, situado entre la lealtad a su pueblo y sus propias ideas, Ka'iana, con el rostro de Momoa, se mueve de batalla en batalla, manchando sus manos de sangre mientras se debate entre el camino de la conquista o arriesgarlo todo para proteger a su gente. Las islas arden mientras el enemigo extranjero se acerca en una terrible guerra sangrienta. Hawái pasó a formar parte de EE.UU. en 1898. El gran guerrero, donde hay tensión, memoria y espiritualidad, se centra en la figura de Ka'iana, un miembro de la nobleza hawaiana al que la serie resitúa, en la búsqueda de cierta justicia histórica. Este personaje, un jefe militar de alto rango, se ha retratado como una de las voces que se opusieron a la unificación de las islas, gobernadas hasta entonces independientemente con diferentes jefes locales. Para Momoa había que contar lo acontecido desde el punto de vista de los descendientes de los nativos, una versión diferente a la oficial que cuenta con la música espléndida de Hans Zimmer y James Everingham, compuesta con sonidos naturales y tambores ancestrales para crear una atmósfera especial y envolvente.