La modelo Nieves Álvarez cuenta en un libro cómo sufrió y venció la anorexia
SOCIEDAD
La joven llegó a pesar 42 kilos y estuvo una semana en el hospital alimentada con suero La cotizada modelo Nieves Álvarez ha plasmado en 175 páginas su paso por la anorexia, una enfermedad que padecen actualmente medio millón de personas en España, en su mayoría muchachas adolescentes. En «Yo vencí la anorexia», Nieves Álvarez hace un recorrido por su vida, sin encontrar una «causa» real a la que poder achacarle una dolencia que, en su opinión, tiene categoría de enfermedad mental. Una narración sincera, algo infantil, que es la crónica de una familia superviviente.
07 mar 2001 . Actualizado a las 06:00 h.En la última pasarela Cibeles, Nieves Álvarez deslumbraba con la belleza y elegancia de sus 26 años, su metro ochenta y su talla 38. Pero hace exactamente diez años, en marzo de 1991, esta madrileña de vivísimos ojos azules ingresaba en un hospital con 42 kilos de peso y una apendicitis que se convertía, debido a su esquelética situación, en una enfermedad mortal. Cómo llegó a este punto y cómo fue capaz de sobrevivir es lo que cuenta en Yo vencí la anorexia, un relato, sobre todo, de sentimientos y sensaciones. La mayor valía del libro es que en sus páginas se pueden ver reflejadas las cientos de miles de españolas que sufren este trastorno alimentario y que, en muchos casos, lo hacen para ser como ella. También puede servir a sus familias para identificar el mal y comprender qué sienten quienes lo sufren. Los que no quedan muy bien parados son los médicos, sobre todo los de la sanidad pública, porque eran otros tiempos -comienzos de los noventa- y la anorexia sonaba a capricho de niña mimada. Hoy por hoy se comprende que detrás de esta enfermedad hay muchas más cosas, pero sobre todo un desorden emocional. En el caso de la joven Nieves, la falta de autoestima pudo haber sido el punto de partida de la anorexia. La carencia de una información real sobre la comida sana y una amiga tan equivocada como ella hicieron el resto. Sólo salió del pozo al verse al borde de la muerte en un hospital. Aunque no hay duda de que el fin buscado es loable, con este libro incluso puede llegarse a una pérfida conclusión: Nieves dejó de comer a los quince años para ser modelo y, a pesar de la férrea y frontal oposición de su madre, al final lo consiguió.