«El cuento de hadas de la fábrica de pesticidas de Bhopal acabó en un Titanic»

RODRI GARCÍA A CORUÑA

SOCIEDAD

JULIÁN MARTÍN

Dominique Lapierre, autor del libro «Era medianoche en Bhopal» Salió de París con un billete para ver la vida desde sus 17 años. Tres meses más tarde terminó un trayecto por América, tenía una historia para contar en «Le Monde» y un libro, «Un dólar cada mil kilómetros». Fue su primer best-seller. La existencia de Dominique Lapierre se ha detenido en India, de la que contó su independencia («Esta noche la libertad»), la vida de la Madre Teresa («La ciudad de la alegría») y la catástrofe de Bhopal («Era medianoche en Bhopal»). Mañana llega a A Coruña para hablar de solidaridad.

02 jun 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

Los ojos de Dominique Lapierre han visto muchas miserias, pero ha hecho suyo el proverbio indio que proclama que «en el reverso de las nubes, siempre hay mil soles» y su visión es siempre esperanzada, optimista, escrutadora de la existencia de tantos héroes anónimos. Rechaza el catastrofismo y desde hace años se ha implicado en ayudar a India. -¿Bhopal es la Pompeya del siglo XX? -Bhopal fue el teatro de una gran catástrofe, la más grande de la industria química moderna. Fue una gran experiencia poder investigar con Javier Moro una historia que era como un cuento de hadas, una fábrica de pesticidas con la que iba ser posible matar los insectos que comen la mitad de las cosechas. El cuento se convirtió en un Titanic y murieron casi treinta mil personas. -Sólo se habla de la catástrofe al final del libro. -No quisimos hacer un panfleto sino contar una historia con todos sus actores. La investigación fue muy difícil, había que dar un rostro a todas las personas que sufrieron, que lucharon y salieron adelante. -Ha dicho que Bhopal le traumatizó. -Yo quería saber qué pasó para entender esta catástrofe y explicarla muy bien. Nunca debemos olvidar a Bhopal. -¿A qué huele Bhopal? -Pues.... A alcohol hervido, era el olor del escape de gas, que era isocianato de metilo, aquella noche. Luego está todo el festival de olores que hay siempre en India.