Guapos, ricos y enamorados

Alba Díaz-Pachín alba.diaz@lavoz.es

SOCIEDAD

31 ago 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

Ya es oficial, Enrique Iglesias y Anna Kournikova salen juntos. No se van a casar ni nada por el estilo. No es tan oficial la cosa. Simplemente acudieron amarraditos a la entrega de premios de la MTV. Él estaba nominado y ella actuó de consorte, bueno, de algo más, porque las parejas estables no hacen manitas sin parar, se dicen frases al oído constantemente y se dedican tiernas miradas. En fin, son guapos, ricos y llevan tres meses de novios: eso justifica todo lo demás. Mi enhorabuena, porque además, según lo que oyeron los clientes de un hotel, se lo pasan muy bien en la intimidad. Sara se casa en enero Y de una pareja famosa a otra. La formada por Sara Montiel y Tony Hernández. Al ver el anuncio de la actriz manchega en el hola.com diciendo que se casa a mediados de enero próximo en La Habana me vienen a la cabeza tres cosas: la primera y más importante, que Saritísima ha envejecido fatal si se compara con otra mujer de bandera, Sofía Loren, que en Venecia está tan espectacular como siempre, o más, si es posible. La otra idea que me surge es que me parece muy bien lo que hace Sara. Cela, el barón Thyssen o Alberti se casaron con niñas pequeñas (comparadas con ellos, claro) y fueron la envidia de todos los de su generación; Sara hace lo mismo y la critican de norte a sur. Hombre, a mí Tony Hernández me da repelús, pero tal vez cuando tenga 80 años lo vea con otros ojos... La tercera idea es malvada, ya que Sara anuncia que irá vestida de Valentino, y automáticamente me saltó el botón cruel y marujil: ¡Ella de Valentino, qué desperdicio! Un primo de Kennedy, asesino Con todo, prefiero estar en el pellejo de la manchega que en el de Michael Skakel, un primo del que fuera presidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy, que fue condenado el jueves a 20 años de prisión por el asesinato de su vecina Martha Moxley en 1975, cuando ambos tenían 15 años. La joven fue golpeada hasta la muerte con un palo de golf frente a su casa en Greenwich, en el estado norteamericano de Connecticut, el 30 de octubre de 1975. En su declaración, propia de Hollywood y sus melodramas, Skakel dijo: «Adoraría poder decir que lo hice, pero no puedo hacer eso». Paracaidista a los ochenta Termino con una nota de vitalidad. Oreste Pantini es un octogenario italiano que se dispone a desafiar las leyes de la edad con la obtención del título de paracaidista. El mérito de Oreste es que, ya jubilado, decidió aprender a conducir coches, y así sacó el carné del resto de los mortales; eso le debió de parecer poco y se hizo más tarde con el de piloto de avioneta. Él ser, lo que se dice ser, es carpintero, pero le salió la vena aventurera en 1997, cuando se quedó viudo. En la noticia no se explica más, pero me parece que la difunta no queda bien parada.