Por mucha gente que sean capaces de atraer los grandes monstruos del rock, los grandes políticos, los macroespectáculos, nadie es capaz de convocar a las masas como un buen líder religioso. Nada como un buen papa, o un imán con carácter o, cómo no, el Dalai Lama . El carismático líder budista reunió en el Central Park de Nueva York a decenas de miles de personas, que hicieron pequeño el gigantesco recinto de la Gran Manzana. Hubo colas. Gigantescas. Pero estaba todo preparado. Los asistentes que esperaban acceder se enfrentaron a carteles con leyendas como esta: «Esta usted al final de la cola. O tal vez al principio. Eso depende de la manera con que ustedes vean las cosas». Todo muy zen. Por descontado, en la tribuna, junto al Dalai Lama, estaba Richard Gere , uno de los rostros más populares convertidos al budismo. El protagonista de American Gigoló, lo presentó como «uno de los hombres más grandes que han pisado el suelo de Central Park». Hubo muchos otros famosos pendientes del discurso del premio Nobel de la Paz y algunos de ellos seguramente lo despedirán hoy durante el concierto que se iba a celebrar en el Licoln Center. No pregunten por la estrella del espectáculo. Sin duda era el líder religioso. No sé si lo saben, pero en Australia es tal la inflación de canguros que su caza incluso aburre a los más recalcitrantes propietarios de escopetas. Los matan por miles. Pero no todos, claro. Un granjero de Melbourne decidió adoptar uno que se encontró después de que el animal hubiera perdido un ojo. Seguro que cuando recogió al canguro no sospechaba que con aquella acción estaba salvando su propia vida. Porque el otro día, el granjero, apellidado Richards , salió por su propiedad a constatar los desperfectos causados por una tormenta. Cuando se encontraba debajo de un árbol, una rama le cayó encima y lo dejó inconsciente y malherido. Pero allí estaba el canguro, que se buscó la vida para volver a la casa del granjero y conseguir que su esposa le siguiera hasta el lugar del accidente. Gracias a la reacción del marsupial, una ambulancia llegó a tiempo para salvarle el pellejo a Richards que, desde luego, no ha tenido ningún problema en fotografiarse con su salvador. Ya saben las teorías de la justicia poética y del eterno retorno. Si haces el bien, tu acción acabará por llegar de nuevo a ti. Y viceversa. Piénsenlo con este ejemplo. Esta chica que ven en la foto y que podría ser una estudiante cualquiera es Stella Tenant , la modelo estrella que desfilará hoy y mañana en la pasarela Cibeles. Aunque no lo parezca, los trapitos que lleva cuestan una fortuna (me juego lo que quieran). Pero mañana la verán vestida de Verino y, con toda seguridad, aparecerá mucho más deslumbrante. Cuando viajan, las tops van de incógnito.