El descubridor de los quarks, las partículas más elementales de la naturaleza, rompió su silencio en Vigo para defender la teoría que ha revolucionado la idea del Universo.
26 may 2019 . Actualizado a las 11:26 h.El premio Nobel, autor de El quark y el jaguar, está sentado de brazos cruzados y enfurruñado en el vestíbulo del Centro Cultural Caixanova para participar en la serie Ciencia y medio Ambiente, Caminos de Concordia, organizado por la Xunta. Su conferencia sobre el pensamiento creativo del joven Einstein comienza dentro de quince minutos pero se niega a conceder entrevistas a los periodistas. «Estoy muy cansado», alega el descubridor de los quarks, las partículas más pequeñas que existen. «Esa teoría data de hace 30 años. Ya he hablado mucho sobre ella». En un último intento, la prensa le tienta con la búsqueda de la piedra filosofal que más apasiona a los físicos desde hace un siglo. -Nuestros lectores están muy interesados en conocer los últimos avancez sobre la unificación de las cuatro fuerzas que actúan en el Universo, tanto la gravedad como la que mantiene unida el núcleo de un átomo. -(Refunfuña) Me temo que debe haber más de cuatro fuerzas. -¿Más? ¿En serio? -Puede que haya infinitas fuerzas. Aún no lo sabemos. -¿Dónde buscan la quinta o sexta fuerza? -Puede que desempeñen su actuación a un nivel de energías muy elevadas o a nivel de las partículas elementales. -¿Hay algún avance para unificar la física? -Gran parte del avance tiene relación con la teoría de supercuerdas que trabajamos en el Instituto Técnico de California entre 1972 y 1984. Allí establecí una reserva natural para los teóricos que defendían esta teoría en vías de extinción. Pero eso sucedió hace tiempo y yo no realicé el trabajo. -¿Qué consecuencias tendría esto para la comprensión del Universo? -Hay que esperar a que se complete la teoría de las supercuerdas. Una de sus características es que debe haber para cualquier partícula elemental conocida otra que sea su socio y con estadísticas opuestas. Por ejemplo, el fotino querría estar en el mismo estado que el fotón. Para localizar a estos supersocios se ha construido en Ginebra el LHC, un gran colisionador de partículas. -¿También será posible localizar la enigmática materia oscura que existe en el Universo y que nadie ve? -Una posibilidad es que, al menos, una porción de esa materia oscura pueda consistir en los ya mencionados supersocios como el fotino. -Su conferencia trata sobre Einstein. ¿Siguen vigentes sus teorías? -¿A qué teoría se refiere? -A la teoría general de la Relatividad. -(Sonríe). Sí, la teoría de Einstein es básicamente correcta. Existe ahora una idea muy atrevida que consiste en que la gravedad podría verse afectada por fuerzas que actúan a escasos milímetros de distancia. -¿Qué pensó al descubrir que existían partículas más pequeñas que los átomos llamadas quarks? -Los quarks no cambiaron nuestra visión pero nos permitió avanzar entorno a la fuerza fuerte que une el núcleo atómico. Antes se pensaba que lo más elemental eran los protones y los neutrones. Ahora son los quarks. -¿Sospecha que aún pueda existir materia aún más minúscula? -No lo sabemos. Puede que no. -¿Realmente, usted cree en la compleja teoría de las supercuerdas? -(Indignado). He hecho todo lo posible para apoyar esa teoría aunque los conocimientos que tenemos aún no son suficientes. -¿Es posible que la gente común entienda la teoría de las supercuerdas? -No es difícil de comprender para un ciudadano inteligente. Esa teoría es tan buena idea como la idea de la UE pero ninguna de las dos está completa.