«Es importante comprender que el cambio climático no es un asunto que entienda de fronteras, credos o ideologías, es un tema que afecta a todos por igual por su alcance planetario», señaló ayer en Lugo Juan Verde Suárez, un canario formado en Estados Unidos, país en el que colaboró en 14 campañas electorales, la última con Barack Obama, y que está vinculado al proyecto medioambiental de Al Gore. «Nadie está a salvo -afirma-; por consiguiente, la única salvación posible tiene que ser con un planteamiento mundial y la última oportunidad que tendremos va a ser el acuerdo internacional que salga del Protocolo de Copenhague». En la capital lucense analizó la posibilidad de que la rama latinoamericana de la fundación de Gore colabore con un programa de la Diputación de Lugo.
-¿Por qué se sigue cuestionando la existencia del cambio provocado en el clima?
-El Panel sobre el Cambio Climático de la ONU lo integran más de tres mil científicos de todo el mundo. Todos ellos se han puesto de acuerdo por unanimidad en que, con un 95?% de probabilidades, el cambio climático no solamente existe, sino que está causado por los humanos. En un estudio realizado entre 900 publicaciones científicas, ninguna lo negaba; en cambio, de otras menos científicas, el 52% lo habían cuestionado en algún momento. Esto se debe a la influencia de sectores con grandes intereses, como el petrolero.
-En las cumbres internacionales se marcan objetivos más o menos ambiciosos, pero a cumplir en períodos que a veces abarcan décadas. ¿Cree que se llegará a tiempo?
-La comunidad científica está de acuerdo en que aún estamos a tiempo de rectificar el problema, siempre y cuando actuemos de forma rápida y contundente. Estamos a tiempo todavía, pero tenemos que actuar ya.
-Se habla poco de los grandes negocios en ciernes. Concretamente, el deshielo del Polo Norte abrirá una nueva ruta marítima y dejará al descubierto grandes áreas con bolsas de hidrocarburos.
-Efectivamente, hay ciertos sectores económicos que son reacios a admitir la aplastante evidencia científica, precisamente porque tienen intereses económicos. Debe ser muy difícil convencer a alguien de que cambie un comportamiento si su salario o sus beneficios dependen de ello, pero yo confío en que vamos a cambiar estos comportamientos erróneos que mantienen una actitud depredadora del planeta y no piensan en la sostenibilidad.
-¿Quién hará que se modifique esa actitud?
-Precisamente lo que propone Obama es un planteamiento de un sistema económico totalmente distinto. Habrá otros sectores económicos que generen grandes intereses, pero vinculados a la energía renovable, a la investigación, a la alta tecnología y a la eficiencia. Será un sistema duradero porque hay intereses económicos nuevos en juego.
-Pero la oposición está ahí.
-Sí, hay esos sectores más rancios y absolutamente rígidos y conservadores, como el ya citado petrolero, que van a intentar oponerse. Ahí es donde tenemos que ser fuertes todos los ciudadanos y, a través del voto, hacer que nuestros gobiernos rehúyan de manera directa de esos sectores, que tienen los días contados.