El director general del Hospital Gregorio Marañón, Antonio Barba, negó que el centro incumpla la legislación laboral, como asegura el Consejo General de Enfermería. «Aquí se cumple la normativa exquisitamente, como en todos los hospitales de España prácticamente», manifestó. Según explicó, en el centro que dirige se cumplen las ratios de personal determinados por las sociedades científicas, así como la experiencia que deben tener: «La cumplen estrictamente todos. Y para que una enfermera vaya a una unidad de estas, le requerimos una experiencia anterior». Respecto a la profesional que atendió a Rayan, dijo que «estaba familiarizándose en su aprendizaje como un residente de cirugía o medicina. Exactamente igual».
El informe de la inspección señalaba que la supervisora decidió pasarla a neonatología «para que se familiarizase con el área de cuidados intensivos, aunque sin tener ningún paciente a su cargo». La propuesta fue aceptada de buen grado, hasta el extremo de que se presentó voluntaria para alimentar a los bebés.