El Mini se vuelve más mini

SOCIEDAD

El coche que cumplió ayer 50 años celebra sus siete millones de clientes, entre ellos The Beatles, con un modelo cupé

27 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los minimaníacos, esos amantes del Mini, estuvieron ayer de enhorabuena. El pequeño coche, lanzado en 1959 como respuesta a la crisis del petróleo, llega a su medio centenar más actual que nunca: en una nueva crisis que, además de pedir ahorros por todos los lados posibles, aún trae consigo el debate sobre el impacto ambiental de la industria automotora.

Además de cumplir 50 años, ayer, la marca, renacida hace una década de la mano del grupo BMW, presentó también lo que se presume como un futuro modelo: el cupé.

Mostrado en principio como concept car (coche conceptual), no parece que vaya a diferenciarse mucho del vehículo definitivo que saldrá en serie el próximo año, o a principios del 2011, para completar la actual gama compuesta por el Mini, el Mini Cabrio y el Clubman.

Con las mismas medidas que el modelo básico en cuanto a longitud y anchura, el cupé es algo más bajo, los cristales delantero y trasero tienen más inclinación y sostienen sobre ellos un techo de aluminio. Sus dos puertas dejan paso a dos únicos ocupantes, lo que permite disfrutar de un maletero generoso con 250 litros de capacidad, al que se accede por un portón posterior. En Mini lo motorizan con el motor 1.6 turboalimentado de 211 caballos. Este modelo se presentará en el Salón del Automóvil de Fráncfort, que se celebrará el próximo mes de septiembre.

Éxito tras la crisis

En 1956 la crisis del petróleo condicionó la industria del automóvil. En ese contexto, la por entonces pujante BMC inglesa le encargó al diseñador Alec Issigonis la construcción de un automóvil pequeño, ligero, capaz para cuatro plazas y de moderados consumos.

El 26 de agosto de 1959 se presentaba el primer Mini, que pronto se convirtió en un icono al ser adoptado por personajes famosos en aquella época, como el actor Peter Sellers, la modelo Twiggy, la actriz Brigitte Bardot o el mismo Clint Eastwood, en pleno apogeo de los spaghetti westerns. Todos los miembros de The Beatles fueron dueños de su propio Mini, más específicamente el Radford Mini, una versión customizada por la oficina de Harold Radford.

Muy pronto el utilitario demostró su adaptación también a la competición, obteniendo sus mejores éxitos en el rali de Montecarlo.

Cuarenta años después, BMW rescataría la marca, relanzando la leyenda del Mini con una nueva saga de productos Premium, que obtuvieron enseguida respuesta por parte del público. Entre su época clásica y la actual, Mini puede presumir de haber conquistado a casi siete millones de clientes en todo el mundo. En el 2008, BMW vendió 232.425 Minis, un 4,3% más que el año anterior.