El PP llevará al Constitucional la ley del aborto, que pasó su primer trámite

Antonio Montilla

SOCIEDAD

El Gobierno contó con el apoyo parlamentario del PSOE, PNV, ERC-IU, ICV, NaBai, BNG y CiU dividida

27 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La ley que permitirá a las mujeres españolas abortar de forma libre en las primeras 14 semanas de gestación superó ayer su primer trámite parlamentario. El Gobierno logró, tras un áspero debate, tumbar las enmiendas a la totalidad que presentaron el PP, ocho de los diez diputados de CiU, y los de UPyD y Unión del Pueblo Navarro. El resultado de la votación -183 votos frente a 162, y una abstención de la diputada de CiU Mercé Pigem-, habilita al Congreso para que continúe con la tramitación de esta norma, una de las más discutidas de la actual legislatura.

La ministra de Igualdad puso el acento en la «importancia histórica» que supone despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo en España y dejó abierta la posibilidad de modificar, mediante alguna enmienda parcial, uno de los aspectos más polémicos de esta norma: que las adolescentes de 16 y 17 años puedan abortar sin el consentimiento paterno. Se trata de la principal exigencia que planteó el PNV al PSOE para respaldar la tramitación.

El Gobierno, en cualquier caso, solo estaría dispuesto a ceder en el cómo y en el cuándo se comunica a los padres la decisión de su hija, pero califica de «irrenunciable» la potestad de la menor a poner fin a su estado de gestación, con independencia de la opinión de los progenitores. Si traspasa esa línea roja perdería el apoyo de las formaciones de izquierda.

En el PP, por su parte, dan por perdida esta batalla, aunque no la guerra; la secretaria general, Dolores de Cospedal, ya ha anunciado que presentarán un recurso ante el Tribunal Constitucional. Los populares acusan al Gobierno de imponer una ley de «aborto libre, en contra de la sociedad civil».

Separar lo civil de lo religioso

La primera discusión parlamentaria de esta norma, que se denomina Ley de Salud Reproductiva e Interrupción Voluntaria del Embarazo, puso de manifiesto la complejidad que supone separar intereses morales, civiles y religiosos. La propuesta de Aído logró el beneplácito de partidos de izquierda y de centro-izquierda, pero también del centro-derecha. Es más, CiU otorgó a sus parlamentarios libertad de voto, una facultad que solo mantiene en asuntos de extrema sensibilidad social.