Dimite el jefe de la ONU para el clima tras el fiasco de Copenhague

SOCIEDAD

De Boer afirma que renuncia por motivos personales, pero su baja supone un duro revés para las negociaciones

19 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El máximo responsable de la ONU en la lucha contra el cambio climático, el holandés Ivo de Boer, no presidirá la próxima, y supuestamente decisiva, cumbre mundial contra el cambio climático que se celebrará en México a finales de año. Será la primera vez que no lo haga desde que asumió el cargo hace cuatro años, tiempo en el que logró que la lucha contra el calentamiento global pasara al primer plano de la agenda política. Este esfuerzo, reconocido por los propios ecologistas y organizaciones no gubernamentales, culminará en julio, cuando De Boer dejará el puesto tras anunciar ayer por sorpresa su dimisión. A partir de julio trabajará como asesor medioambiental en la consultora holandesa KPMG, además de colaborar con varias universidades.

Las razones personales son las que ha esgrimido para justificar su abandono, pero sobre su renuncia pesa la sombra del fracaso de la pasada cumbre del clima de Copenhague. Fue uno de los que más luchó para alcanzar un acuerdo mundial vinculante para combatir los gases de efecto invernadero que sustituyese al Protocolo de Kioto, pero de la capital danesa salió un acuerdo descafeinado y sin compromisos vinculantes.

Sin embargo, Ivo de Boer negó en un comunicado que este fuera el motivo de una decisión que, según desveló, había tomado hace meses. «Fue una decisión difícil -dijo-, pero creo que ha llegado el momento de asumir un nuevo reto, trabajando sobre el clima y la sostenibilidad en el sector privado y académico». En la misma línea se pronunció ayer la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, quien compartió negociaciones maratonianas con el holandés. «En el mejor de los éxitos de Copenhague -dijo- su decisión hubiera sido la misma».

Pero esta opinión no es compartida por las principales organizaciones ecologistas, que aluden al fiasco de la cumbre climática para justificar la renuncia. «Su marcha es lógica, Copenhague fue un fracaso personal para él», apunta Mar Asunción, responsable de la campaña de cambio climático de WWF.

El mismo juicio comparte el director de Greenpeace en España, Juancho López de Uralde, uno de los tres activistas que permanecieron veinte días arrestados por manifestarse en contra de la inacción de los políticos. «De Boer -dijo- es la primera víctima del fracaso de la cumbre del clima de Copenhague».

De una forma o de otra, la dimisión del funcionario supone un duro revés en las negociaciones para lograr un acuerdo mundial sobre cambio climático en un momento en el que se encuentran en una encrucijada. En un estadio también en el que el papel moderador de la ONU está cada vez más en entredicho después de que Estados Unidos y China, junto con otras naciones emergentes, saltaran la banca por su cuenta y presentaran a la comunidad internacional un acuerdo que la ONU aceptó a regañadientes para que Copenhague no concluyese en el más absoluto fracaso.