Françoise Bettencourt-Meyers acusó a su madre, de 88 años, de no disponer de sus plenas facultades y despilfarrar gran parte de su patrimonio. Ahora abandona sus demandas judiciales sobre el patrimonio multimillonario.
06 dic 2010 . Actualizado a las 18:23 h.La disputa familiar en casa de la heredera de L'Oréal Liliane Bettencourt llegó a su fin: su hija no continuará su querella en los tribunales contra Bettencourt ni miembros de su entorno, según ha anunciado hoy el abogado de Françoise Bettencourt-Meyers.
«Liliane y Françoise se han reconciliado y han acordado acabar con sus disputas», ha dicho Olivier Metzner. Después de tres años de litigios, ambas están felices de que la historia acabe con un final feliz, ha añadido.
Françoise Bettencourt-Meyers acusó a su madre, de 88 años, de no disponer de sus plenas facultades y despilfarrar gran parte de su patrimonio dejándose influenciar por amigos y conocidos. Sólo al fotógrafo y artista François-Marie Banier le habría hecho regalos por valor de mil millones de euros.
La hija de la heredera intentó poner a su madre bajo tutela y acusó a Banier. Sin embargo, la mujer más rica de Europa acusó a su hija de practicar terrorismo psicológico contra ella. Se calcula que el patrimonio de Liliane Bettencourt asciende a unos 20.000 millones de dólares (15.000 millones de euros). Esta confirmó el acuerdo con su hija, pero no aportó más detalles.