El nemertino, localizado en el parque de las Illas Atlánticas, es hermafrodita y se aparea en grupo en ascidias
04 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.«Practicamos el oficio de Adán, damos nombre a los animales», explica Juan Junoy Pintos, zoólogo en la Universidad de Alcalá. A su último hallazgo lo ha bautizado como Vieitezia luzmurubeae, la primera palabra en homenaje a José Manuel Viéitez, su director de tesis, y la segunda dedicada a una de sus alumnas fallecida prematuramente por un cáncer. Con este nombre es como pasará a los anales de la ciencia la nueva especie de gusano de mar, descubierta en el parque nacional de las Illas Atlánticas. «No solo es una nueva especie, sino también un nuevo género», precisa el investigador, de madre gallega.
El hasta ahora ignoto nemertino apenas mide unos dos centímetros de longitud y vive a poca profundidad entre las algas y las rocas de Aguiño, Sálvora o las Cíes, donde fue localizado, aunque «seguramente esté extendido por todo el litoral gallego», constata Junoy. En Galicia, en los últimos años, el mismo investigador localizó otras 25 nuevas familias de gusanos marinos.
La descripción de la especie se hizo en colaboración con Gonzalo Giribet y Sonia Andrade, de la Universidad de Harvard, que se encargaron del análisis molecular del gusano, trabajo que fue determinante para desvelar que se trataba también de un nuevo género dentro de los hoplonemertinos distinto a otro detectado en el Mediterráneo, similar morfológicamente, pero con una genética distinta.
Uno de los aspectos más interesantes del ejemplar es su vida sexual. Es una especie hermafrodita sucesiva: primero actúa como macho y luego como hembra. Pero más curiosas aún son sus relaciones sexuales. Para aparearse ocupa una ascidia, un cordado invertebrado, que utiliza como «singular picadero», según el zoólogo. En esta especie de apartamento reservado para sus encuentros eróticos se hallaron hasta 14 nemertinos participando en «orgías submarinas». La especie, al igual que muchas marinas, tiene una fecundación externa, por lo que la ascidia también le sirve de cobijo para los óvulos fecundados y garantizar la supervivencia.