Carolina Herrera deslumbra en la pasarela neoyorquina

Alfonso Andrade Lago
alfonso andrade REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Custo sorprende con una línea más clásica y una llamativa vinculación a las tres dimensiones

15 feb 2011 . Actualizado a las 11:46 h.

Si las grandes pasarelas siguen marcando las tendencias en el mundo de la moda, es evidente que la sobriedad será el denominador común en las tiendas durante la próxima temporada otoño-invierno.

Si en París fue Galliano el que sorprendió al recatar hasta límites insospechados su alta costura, Nueva York es la que apunta ahora en esa dirección. Las primeras colecciones de la Mercedes-Benz Fashion Week están tamizadas por el rigor de la crisis, que parece haber maniatado a los creativos.

El color es el único brindis a la alegría en la muy sobria colección de Carolina Herrera, que encandiló ayer en Nueva York y que tiene una notable presencia en Galicia al ser la ourensana Sociedad Textil Lonia concesionaria de la firma en España.

Sus vestidos largos siguen una línea oscura que se rompe de repente con el rojo y el turquesa, tonos que se controlan siempre mediante el rigor de un clasicismo de tintes retro que parecen entroncar con la moda de los años cincuenta, aunque la propia diseñadora dijo que «no evocan ninguna época». Pero tal vez la mayor sorpresa de los primeros días de pasarela haya sido la transformación radical de la catalana Custo, que aparca por ahora su habitual colorido por una inusitada línea de tonos crudos, marrones y grises, limitando su tonalidad extrema a pequeños detalles en ciertas prendas, como los vestidos muy cortos, con leggins por debajo.

Su colección propone además la superposición de materiales para buscar un curioso efecto en tres dimensiones.