El diésel y la gasolina recuperan su protagonismo en el salón europeo
07 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.A pesar de que el Salón del Automóvil de Ginebra abrió sus puertas un día después de conocerse que el Opel Ampera y el Chevrolet Volt habían ganado el premio de Coche del Año en Europa -los primeros híbridos con autonomía extendida que lo consiguen-, los protagonistas de esta edición 2012 del salón suizo han sido los coches «convencionales», los diésel o gasolina. Parece que la euforia de los eléctricos e híbridos ha remitido o, en todo caso, se ha adecuado a la importancia real que tienen en el mercado, donde aún son testimoniales.
Así que en Ginebra se ha visto el nacimiento de modelos más aquilatados a lo que la clientela demanda, con tamaños más recortados, motores downsizing, que rebajan la cilindrada para conseguir mejores consumos y emisiones, y sobre todo, equipamientos más completos en seguridad y confort.
Novedades mundiales
Del salón en sí, hay que decir que este año las novedades mundiales han sido muchas, como el Mercedes Clase A, una revolución en la marca al ser su coche más barato. Audi VW acumuló muchas primicias, con la aparición del Golf GTI descapotable, junto al cual lucía el nuevo A3, de línea continuista y en la parte de Seat, además del nuevo Ibiza 2012, un concept car llamado Toledo, un coche compacto pero de línea tricuerpo con los rasgos de la moderna Seat. También brillaron en Ginebra los SUV, todocaminos, del segmento más compacto. El más destacado, el Opel Mokka que llegará antes del verano y del mismo segmento el Citroën C Aircross y el Peugeot 4008.
Una de las estrellas del salón fue el nuevo Peugeot 208, continuador de una exitosa saga que ya se remonta al 205, pero ahora es una nueva referencia por su equipamiento.
Las versiones familiares de Volvo, con el V40 y de Jaguar con el XF Sportbrake, la primera ranchera de su historia, completaron la novedades de calado.