La cumbre del clima inicia su fase decisiva sin grandes expectativas

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Una pareja se casó en la cumbre en un boda simbólica para pedir votos a favor del medio ambiente.
Una pareja se casó en la cumbre en un boda simbólica para pedir votos a favor del medio ambiente. jaafar< / span>

Una prórroga de Kioto solo vincularía a países con el 15 % de las emisiones

06 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

«Nadie es inmune al cambio climático. No nos hagamos ilusiones. Esto es una crisis, una amenaza para todos nosotros, nuestras economías, nuestra seguridad y el bienestar de nuestros hijos». La advertencia fue lanzada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon en el inicio de las negociaciones políticas de la cumbre del clima de Doha, que ayer entró en su fase decisiva después de que los ministros y los jefes de Estado de más de un centenar de países tomasen el relevo a los delegados y técnicos que llevan más de una semana de negociaciones en la capital árabe. El objetivo: buscar una fórmula que permita extender al menos hasta el 2015 el Protocolo de Kioto para la reducción de emisiones de efecto invernadero que causan el cambio climático y sentar las bases para un nuevo acuerdo internacional de carácter vinculante que vaya más allá del 2015, el conocido ya como Kioto+2.

Un año más, las negociaciones se ajustan al guion precedente, en lo que constituye ya una rutina: palabras grandilocuentes y desesperadas llamadas a la acción que contrastan con la tibieza de los líderes mundiales a la hora de tomar decisiones. Las posturas enfrentadas se mantienen con los mismos protagonistas. Por un lado es bastante probable que el viernes, si la cumbre no se prolonga un día más como también suele ser habitual, se llegue a un pacto para prorrogar Kioto dos años más, ya que caduca este mes. Pero será un acuerdo de escaso recorrido, puesto que tras la renuncia ya anunciada de Japón, Rusia y Canadá los países firmantes, liderados por la Unión Europea, solo suman el 15 % de la emisión mundial de gases de efecto invernadero. Hay que recordar que Estados Unidos no había ratificado el tratado y que China, India y otros países emergentes no estaban obligados a hacerlo.

Más difícil, o casi imposible, será que de Doha salga un Kioto + 2. Estados Unidos sigue sin querer comprometerse a firmar un tratado vinculante mientras no lo hagan otros grandes emisores como China, que ya es el país más contaminante, o la India o Brasil. Estos aceptan rebajar sus emisiones, pero sin establecer cuotas y, sobre todo, sin que ello tenga una base legal.

Financiación

En Doha también se intentará resolver, aunque sin esperanzas de acuerdo, la financiación de 60.000 millones de dólares hasta el 2015 para financiar la adaptación al cambio climático de los países en vías de desarrollo. Europa y EE.UU. no quieren pagar más.