Las negociaciones internacionales para frenar el cambio climático han fracasado
09 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El Protocolo de Kioto se firmó en 1997 y entró en vigor en febrero del 2005. A partir de entonces se establecía un compromiso vinculante por parte de los países que se adhirieron al acuerdo de reducir sus emisiones una media del 5,2 %, que debía cumplirse entre el 2008 y el 2012.
Los plazos estaban claros, como también la voluntad de la comunidad internacional de preparar un nuevo pacto a la extinción del primero, a finales de este mes, que involucrase a Estados Unidos, China, India, Brasil o Sudáfrica. Es más, este segundo tratado debía de entrar en vigor inmediatamente después de que expirase el primero. A este propósito se enfocaron todas las conferencias de cambio climático de la ONU que cada año se vienen celebrando coincidiendo con el mes de diciembre. Copenhague, en el 2009, iba a ser la clave, pero fracasó. Entonces aún quedaba tiempo. Solo que ahora el tiempo se acabó sin que Naciones Unidas tenga nada que ofrecer. No hay ninguna alternativa, porque la prórroga de Kioto no es más que un sucedáneo insuficiente, lo que constata el absoluto fracaso de las negociaciones internacionales para combatir el cambio climático y la inutilidad de las cumbres anuales para abordar el problema.
Lo más preocupante es que la propia comunidad internacional, a partir de los informes científicos, acepta que una subida de la temperatura mundial de dos grados de aquí a fin de siglo haría irreversible el cambio climático. Sería un punto de no retorno. Y la evolución actual indica que, si no se frenan las emisiones, el calentamiento será de 3 a 5 grados.