El nuevo papa demostró en sus homilías ante los distintos presidentes argentinos su sentido crítico con el poder y la corrupción y su afán por una sociedad igualitaria
18 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.LA ANOMIA | Tedeum del 25 de mayo de 1999. Presidencia de Carlos Menem.
«No podemos permitirnos ser ingenuos: la sombra de una nube de desmembramiento social se asoma mientras diversos intereses juegan su partida, ajenos a las necesidades de todos. El vacío y la anomia pueden despuntar como oscuras consecuencias de un abandono de nosotros mismos y atentan contra nuestra continuidad».
«El llamado evangélico de hoy nos pide refundar el vínculo social y político entre los argentinos. La sociedad política solamente perdura si se plantea como una vocación a satisfacer las necesidades humanas en común. Es el lugar del ciudadano. Si apostamos a una Argentina donde no estén todos sentados en la mesa, donde solamente unos pocos se benefician y el tejido social se destruye, donde las brechas se agrandan, entonces terminaremos siendo una sociedad camino al enfrentamiento».
PONER EL HOMBRO | San Cayetano: el 7 de agosto de 1999. Presidencia Carlos Menem. «¡Cuánta gente no encuentra su lugar en nuestra Ciudad! O porque están excluidos -no tienen casa donde vivir, no tienen lugar estable donde trabajar-, o porque están desorientados».
«Ya lo dijo nuestro Señor, "el que quiera venir conmigo, que cargue con su Cruz y me siga". Y debajo de la Cruz solo hay lugar para el que quiere poner el hombro».
LEVÁNTATE | Tedeum del 25 de mayo del 2000.Presidencia de Fernando de la Rúa. «Debemos reconocer, con humildad, que el sistema ha caído en un amplio cono de sombra: la sombra de la desconfianza, y que algunas promesas y enunciados suenan a cortejo fúnebre: todos consuelan a los deudos pero nadie levanta al muerto. ¡Levántate! es el llamado de Cristo en su Jubileo. ¡Levántate Argentina!».
SERVICIO | Tedeum del 25 de mayo del 2001. Presidencia Fernando de la Rúa.
«El poder es servicio. El poder solo tiene sentido si está al servicio del bien común. Para el gozo egoísta de la vida no es necesario tener mucho poder. A esta luz comprendemos que una sociedad auténticamente humana, y por tanto también política, no lo será desde el minimalismo que afirma "convivir para sobrevivir", ni tampoco desde un mero "consenso de intereses diversos" con fines economicistas».
NOTICIEROS | San Cayetano: 7 de agosto del 2001. Presidencia de Fernando de la Rúa. «Las imágenes contrastantes que usa Jesús en las bienaventuranzas me recuerdan a las que vemos en los noticieros: gente pobre en la calle y gente rica festejando fastuosamente, pobres perseguidos por reclamar trabajo y ricos que eluden la justicia y encima los aplauden, gente que llora por la violencia y gente que se divierte de lo lindo como si viviera en el mejor de los mundos, gente que tiene hambre y gente que tira comida. Parece un noticiero. Y sin embargo Jesús valora las cosas distinto que los noticieros».
DISOLUCIÓN | Tedeum del 25 de mayo del 2002. Presidencia Eduardo Duhalde.
«Hoy como nunca, cuando el peligro de la disolución nacional está a nuestras puertas, no podemos permitir que nos arrastre la inercia, que nos esterilicen nuestras impotencias o que nos amedrenten las amenazas».
«Que no sigamos revolcándonos en el triste espectáculo de quienes ya no saben cómo mentir y contradecirse para mantener sus privilegios, su rapacidad y sus cuotas de ganancia mal habidas, mientras perdemos nuestras oportunidades históricas, y nos encerramos en un callejón sin salida».
«Hemos vivido mucho de ficciones, creyendo estar en los primeros mundos, nos atrajo "el becerro de oro" de la estabilidad consumista y viajera de algunos, a costa del empobrecimiento de millones».
«Abramos los ojos a tiempo: una sorda guerra se está librando en nuestras calles, la peor de todas, la de los enemigos que conviven y no se ven entre sí, pues sus intereses se entrecruzan manejados por sórdidas organizaciones delincuenciales».
SAMARITANO | Tedeum del 25 de mayo del 2003. Presidencia de Néstor Kirchner.
«La historia del buen samaritano se repite: se torna cada vez más visible que nuestra desidia social y política está logrando hacer de esta tierra un camino desolado, en el que las disputas internas y los saqueos de oportunidades nos van dejando a todos marginados, tirados a un costado del camino».
«No debemos llamarnos a engaño, la impunidad del delito, del uso de las instituciones de la comunidad para el provecho personal o corporativo y otros males que no logramos desterrar, tienen como contracara la permanente desinformación y descalificación de todo».
MANIPULACIÓN | Tedeum, el 25 de mayo del 2006. Presidencia Néstor Kirchner.
«En el hábito de polarizar y excluir, en la recurrencia de crisis o emergencias, los derechos pierden terreno, el sistema se debilita y se lo vacía indirectamente de legitimidad. Los mayores precios son pagados entonces por los más pobres, y crecen las posibilidades de oportunistas y ventajeros».
«Desdichado el vengativo y el rencoroso, el que busca enemigos y culpables solo afuera, para no convivir con su amargura y resentimiento». (Después de esta homilía los Kirchner no volvieron a asistir a los tedeum de Bergoglio y lo declararon opositor).
LOS HUMILDES | Tedeum del 25 de mayo del 2011. Presidencia de Cristina Fernández
«Pasarán las crisis y los manipuleos; el desprecio de los poderosos los arrinconarán con miseria, les ofrecerán el suicidio de la droga, el descontrol y la violencia; los tentarán con el odio del resentimiento vengativo. Pero ellos, los humildes, cualquiera que sea su posición y condición social, apelarán a la sabiduría del que se siente hijo de un Dios que no es distante».
«Los maquillajes y vestidos del poder y la reivindicación rencorosa son cáscara de almas que llenan su vacío triste y, sobre todo, su incapacidad de brindar caminos creativos que inspiren confianza. Es el vaciamiento consecuente de lo compulsivo de la soberbia en su manifestación más torpe, que es la veleidad».
EL PODER | Tedeum el 25 de mayo del 2012. Presidencia de Cristina Fernández. «El poder como ideología única es otra mentira. Si los prejuicios ideológicos deforman la mirada sobre el prójimo y la sociedad según las propias seguridades y miedos, el poder hecho ideología única acentúa el foco persecutorio y prejuicioso de que "todas las posturas son esquemas de poder" y "todos buscan dominar sobre los otros". De esta manera se erosiona la confianza social que, como señalé, es raíz y fruto del amor».