El último informe de la la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), registra un descenso del 7 % en el año 2012 en las superficies de de hoja de coca en Bolivia, frente un 12 % del 2011 respecto al de 2010. El informe cifra en 25.300 el número de hectáreas plantadas, de las cuales son legales 20.000 (la ONU permite mascar hojas de coca si es parte de una tradición cultural).
Las cifras oficiales no acaban de convencer a las autoridades norteamericanas. El Departamento de Estado sostiene que la producción potencial de cocaína en Bolivia ha aumentado pese a esa reducción de las hectáreas cultivadas. El 90 % de la hoja de coca que se produce en el feudo político de Evo Morales (El Chapare) acaba en el narcotráfico, cuando de la que se produce en el resto del país, la que acaba convertida en cocaína no llega al 60 %. Por eso EE.?UU. ha cerrado la oficina antinarcóticos de La Paz, abierta desde los 80.